El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën cerró el primer semestre del año con unas pérdidas netas de 962 millones de euros, lo que supone un aumento del 31% respecto a los números rojos de 733 millones de euros contabilizados en la primera mitad de 2008. PSA Peugeot-Citroën, que dispone de dos fábricas en España ubicadas en Vigo y Madrid, apuntó que estos resultados recogen unos costes extraordinarios por importe de 506 millones de euros, muy superiores a los atípicos del primer semestre de 2008, que se limitaron a 86 millones.
Del importe total de los costes extraordinarios, 294 millones corresponden a medidas de reestructuración, en tanto que otros 217 millones de euros proceden de la depreciación de activos de la división de automovilística. La cifra de negocio de la multinacional francesa cayó un 21,8% entre enero y junio de 2009, con 23.497 millones de euros, y el resultado operativo arrojó unas pérdidas de 826 millones, frente a un beneficio de 1.115 millones en los seis primeros meses del pasado año.
El presidente de PSA Peugeot-Citroën, Philippe Varin, explicó que los resultados del grupo se han visto afectados por las malas condiciones del mercado automovilístico europeo, que anuló los efectos positivos derivados de los planes de mejora de rentabilidad y del lanzamiento de nuevos modelos. Según Varin, la prioridad del grupo es aligerar la carga financiera y mejorar su posición de liquidez.
Por lo que respecta a las previsiones para el conjunto de 2009, Varin pronosticó que el mercado automovilístico europeo cerrará el año con un descenso del 12%, tras frenar su retroceso al 7% en la segunda mitad del ejercicio. En este contexto, PSA Peugeot-Citroën prevé registrar este año unas pérdidas operativas de entre 1.000 y 2.000 millones de euros. La multinacional gala sitúa la recuperación del mercado automovilístico europeo "a finales de 2010", según Varin.
El volumen de negocios del grupo en el primer semestre de 2009 fue de 23.500 millones de euros (33.000 millones de dólares), en baja interanual de 22%, principalmente a causa de la reducción de actividad de su división de fabricación de coches y de su filial de equipos automovilísticos Faurecia. Los stocks del grupo se redujeron en un 31% en el primer semestre, a 431.000 vehículos, frente a 628.000 unidades a inicios de año.
«Los resultados semestrales de PSA Peugeot Citroen reflejan el impacto de las malas condiciones del mercado en Europa, compensadas sólo parcialmente por los planes de mejora de rendimiento y por el lanzamiento de nuevos modelos», dijo el presidente de la dirección de la firma, Philippe Varon, citado en un comunicado. PSA mantiene su previsión de una baja de 12% del mercado automovilístico este año en Europa, con una baja del 7% en el segundo semestre, y un «inicio de recuperación hacia fines de 2010».