La sala A de la delegación de la Xunta de Galicia en Madrid acogió esta tarde la inauguración de la muestra de pintura “LOS COLORES DE LA MEMORIA”, del artista de Baiona, Claudio Vasconcelos Caino, un pintor de formación autodidacta que persigue la armonÃa y la ternura para plasmarla en sus cuadros, especialmente en las caras que evocan a las del Maestro Mateo en el Pórtico de la Gloria.
En la presentación, el coordinador de actividades de la Casa, Ramón Jiménez recordó que Caino ya habÃa expuesto en la Casa en el año 1998, y ahora ofrece su evolución hacia formas sublimes y colores vitales. “Caino es un artista incesante, de esos cuya alma destila sin tregua inquietudes que, en su caso, comunica a los demás mediante su plasmación en el lienzo”. Para Jiménez, la manera que tiene Caino de expresar su mundo interior imparable es “tierna, alegre y colorista”. Comentó que ya lo era antes, pero “me parece que actualmente la presencia de la ternura en su obra es mayor, y el color también, y esta policromÃa de ahora confiere, a mi juicio, una alegrÃa mayor a sus cuadros”.
Llamaron la atención del coordinador de la Casa las caras de Caino en las que el pintor ha encontrado su propio sello y se ha convertido en “un gran especialista”. En este sentido señaló que “son los rostros de la gente de su tierra, los mismos en los que se inspiró Mateo, el maestro de Compostela, para esculpir los de las figuras del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. Pues Mateo escogió representar deliberadamente las caras del Pórtico con la mayor humanidad y naturalidad posible, para inspirar confianza en las gentes en su acercamiento a Dios, al contrario de lo que otros hasta entonces habÃan hecho en este tipo de obras religiosas, que era representarlas con autoridad y fiereza a efectos de provocar el mayor temor posible en los fieles. De modo que Caino sigue los pasos del maestro Mateo y colorea las mejillas de las caras de los hombres y mujeres que representa con la humildad y sencillez propias de la bondad”.
En sus cuadros aparecen también sus perros “Naliña” y “Moneco”, que son “la ternura personificada o perrunizada”, dijo Jiménez, pues “independientemente de que el carácter de Moneco ya fuera asà el caso es que, desde que CaÃno lo recogiera de la calle gravemente herido, y no contar en la actualidad más que con 3 patas, su fidelidad a su dueño es ya proverbial en toda Baiona”, una historia que también habla de la ternura del autor, lo que sin duda se transmite a sus cuadros, esta sensación de bienestar que estoy seguro experimentan ustedes tanto como yo al contemplar estas obras”.
Por su parte, Caino, tras los agradecimientos, dijo que su deseo era acercar a esta sala “una ventana” de su vida y su universo pictórico con temas que dejaron huella en su camino. Entre sus favoritos está la libre interpretación que hace de los carnavales, las romerÃas, las fiestas, los mercados o las miradas de los niños al mar, a la ternura y al amor y” a la alegrÃa de mi tierra y de mi gente” que él pinta en la soledad de su estudio.
La muestra podrá visitarse hasta el 26 de abril. El horario de los dÃas laborables es de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. Domingos y fiestas de 10 a 14 horas.