Hay ocasiones en las que alguien se inventa un “artilugio” que todo el mundo quiere. Un artilugio que nadie creÃa necesitar antes de que existieraÂ… La televisión, la radio, el teléfono móvil. Pero, ¿a quién no le gustarÃa tener una lavadora que, además, planche las camisas? ¿O una sartén que sólo prepare platos ricos?
Los coches del futuro tendrán funciones que, a dÃa de hoy, nadie cree necesitar pero que a todo el mundo le encantarán el dÃa de mañana.
Los cien primeros años de evolución de los automóviles se centraron principalmente en los motores, las carrocerÃas y los chasis. El nuevo siglo estará dominado por la electrónica. Ya podemos vislumbrar algunos apuntes de lo que nos traerá el futuro. Los automóviles modernos tienen más capacidad informática que los cohetes espaciales de los años setenta. Cuentan con sistemas de navegación que permiten orientarse gracias a los satélites. Disponen de suspensiones controladas por ordenador que cambian en función de las necesidades: suspensión rÃgida si el conductor quiere ser Schumacher, el piloto de F1, o cómoda cuando lleva a su suegra en el asiento trasero. Los coches tienen sistemas de radar que nos avisan si estamos a punto de chocarnos con algo.
La funcionalidad se ha acrecentado muchas veces durante los últimos años.
El Departamento Eléctrico de la división de Investigación y Desarrollo de VCC se encuentra entre los más sobresalientes del mundo del motor. En él hace ya tiempo que reina el convencimiento de que la electrónica cambiará los coches.
Sin embargo, el mayor reto no es desarrollar nuevas funciones. El mayor reto se sitúa en otra dimensión: en la interrelación entre conductor y automóvil.
No resulta en absoluto infrecuente que los accidentes los cause un conductor que se queda dormido al volante. En los coches del futuro, eso no tendrá por qué suceder: el vehÃculo notará la somnolencia del conductor. Pero, ¿cómo hay que despertarle, con una señal acústica discreta o con una estruendosa? La interrelación es importante...
Pongamos otro ejemplo. ¿Cuántas pantallas, monitores, palancas y botones puede vigilar un conductor sin convertirse en un peligro para el tráfico? Una vez más, la interrelación es importante.
Por tanto, hemos de desarrollar una nueva funcionalidad en la que el conductor no tenga que pensarÂ… hasta que resulte necesario. Una funcionalidad que, además, intervenga de una manera que resulte completamente natural a la mayorÃa de los conductores. El IDIS (Sistema Inteligente de Información al Conductor, por sus siglas en inglés) es un sistema que funciona precisamente de ese modo. El conductor nunca puede ver ni oÃr el IDIS; tan sólo se beneficia del él.
Este mecanismo ya está siendo utilizado en numerosos modelos de Volvo. El IDIS actual y los de próxima generación serán más frecuentes en el futuro y cobrarán una importancia cada vez mayor.
La labor del IDIS es evitar que hechos intrascendentes distraigan al conductor en situaciones de tráfico intenso. El aviso de que el nivel del lÃquido del limpiaparabrisas es bajo no debe aparecer en medio de un complicado giro a la izquierda. En otras palabras, a los automóviles se les dotará de rasgos humanos. Sabrán lo que es importante y lo que no, y facilitarán información sobre ello en los momentos adecuados.
Pese a todo, no estarán capacitados para plancharle las camisas …