Pescanova se enfrenta a discrepancias entre la banca acreedora y el consorcio integrado por la cervecera Damm y Luxempart por la propuesta de convenio presentada para salvar a la pesquera de la liquidación, un escenario al que se podría llegar si dicha propuesta no cuenta con el apoyo del 51% de los acreedores, según han informado a Europa Press en fuentes conocedoras de la situación de la compañía. Las mismas fuentes han indicado que la pricipal diferencia entre ambas partes reside en la quita de deuda, que la banca acreedora quiere rebajar al 60%, frente al 72% contemplado en la propuesta de convenio y al 80% planteado inicialmente, con el objetivo de recuperar 1.000 millones de euros.
La banca atrapada en la compañía gallega ha expresado sus reticencias, según han explicado otras fuentes consultadas, al hecho de que Damm y Luxempart tengan derecho de veto en la Nueva Pescanova para dar entrada a nuevos accionistas en las filiales. Las mismas fuentes han asegurado que el convenio presentado por Pescanova ante el juez es "equilibrado" y pretende buscar la viabilidad de la compañía para no dejarla con un volumen de deuda "insostenible" y han subrayado que su estructura legal es idéntica a la que quería la banca. "Es mucho más sólida y protege absolutamente su recuperación".
La propuesta de convenio, que contempla además una quita para los accionistas del 95%, frente al 72% estipulado para la banca, cuyo pasivo está garantizado, recoge además que los acreedores podrán invertir nuevo capital, lo que se supone que las entidades financieras podrían tener una participación de hasta el 35% en la gallega. Fuentes cercanas a la cervecera catalana han asegurado que la banca sale "bien parada" con este convenio y que Damm ha hecho "todo lo posible" para salvar la pesquera, por lo que si no cuenta con el apoyo del 51% de los acreedores, la responsabilidad sobre su futuro será de ellos. De hecho, el juzgado de lo Mercantil número uno de Pontevedra notificó ayer una providencia en la que se daba un plazo de tres días hábiles a Pescanova para subsanar la propuesta de convenio, con el fin de decidir posteriormente su admisión a trámite, una vez recibida contestación por parte de la pesquera.
La propuesta también contempla una inyección de fondos de hasta 150 millones de euros para garantizar su viabilidad y su reorganización societaria, con la solicitud de concursos exprés para sus filiales españolas conexos con el de la matriz. Según la propuesta de convenio, la deuda financiera remanente tras la restructuración será de 812,5 millones de euros, excluyendo la deuda en filiales extranjeras.
Del total de la inyección de fondos, que incluye una ampliación de capital de hasta 37,5 millones de euros, cerca del 70% (105 millones de euros) lo aportará la banca acreedora y el 30% restante (45 millones de euros) el consorcio integrado por la cervecera catalana y el fondo luxemburgués, que se incorpora como socio industrial de referencia. Asimismo, la quita efectiva media sobre la deuda en balance oscilará entre aproximadamente el 60% y el 90%, en función de los casos. La deuda financiera neta ascendía a unos 3.300 millones de euros al cierre de 2012, con un patrimonio neto negativo de 1.500 millones de euros.
Reacción de la Xunta de Galicia
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha instado a "todos los agentes implicados" -entidades financieras, administradores y socios industriales- a acercar posturas y presentar un acuerdo definitivo para la viabilidad de Pescanova, convencido de que no hacerlo supondría "un error imperdonable". Pescanova se enfrenta a discrepancias entre la banca acreedora y el consorcio integrado por la cervecera Damm y Luxempart por la propuesta de convenio presentada para salvar a la pesquera de la liquidación, un escenario al que se podría llegar si dicha propuesta no cuenta con el apoyo del 51% de los acreedores, según han informado a Europa Press en fuentes conocedoras de la situación de la compañía.
Tras la reunión semanal de su Ejecutivo, preguntado al respecto, el presidente gallego ha remarcado que ese acuerdo es "imprescindible" y ha reiterado su llamamiento a la "responsabilidad" de los agentes vinculados con el futuro de la compañía. En concreto, ha aludido a la "responsabilidad" de los bancos "a las duras y a las maduras", a la de los socios industriales que aspiran a hacerse con el control de la compañía y a la "responsabilidad" conjunta para hacer que Pescanova sea "viable".
Feijóo se ha mostrado convencido de que lo es y ha ejemplificado con que sigue "facturando y trabajando", así como con la "importante" cuota de mercado que mantiene pese al impacto de la "profunda crisis" en la economía. El presidente gallego ha reivindicado que su Gobierno ha apoyado el proceso y la viabilidad de la compañía "en la medida de sus posibilidades" desde el primer momento y ha ejemplificado con la inyección de liquidez.