Los sindicatos Unións Agrarias (UUAA) y Xóvenes Agricultores (XXAA) calificaron de «histórico» la firma del pacto para regular el sector lácteo, en tanto que el Sindicato Labrego Galego (SLG) habla de «pantomima» y amenaza que continuará con movilizaciones en solitario. El pacto lo suscribieron el Gobierno, las industrias, la distribución y la mayor parte de los sindicatos, con la excepción del SLG, tras una semana se movilizaciones en Galicia. El acuerdo permitirá que los ganaderos puedan recibir sobre 0,31 céntimos por litro, y García traslada ahora a la Xunta la responsabilidad de «comprometer» una prima de 3 céntimos por litro hasta un tope de 7.500 euros por explotación.
El secretario general de UUAA, Roberto García, declaró a Efe que la firma «cambia todo lo que vino sucediendo en los últimos 20 años, donde la industria decidía unilateralmente cuál era el precio a pagar». García valoró el hecho de poder contar con un contrato por escrito que permitirá al ganadero conocer el precio con antelación, en función de la referencia del pago medio en origen de Francia. También consideró como «algo histórico» que la distribución, sobre la que se han centrado buena parte de las últimas movilizaciones, se hubiera sentado en la mesa de negociación y valoró igualmente como «histórico» que a partir de este acuerdo se diferencie la procedencia de la española de la de otros países. García dijo que dentro de la actual coyuntura «no había otra posibilidad». «Teníamos que elegir entre tratar de situar en los próximos meses a todas las explotaciones gallegas por encima de 0,30 céntimos litro o continuar con la actual situación, donde más de 8.000 productores cobraban por debajo de los 22 céntimos», aseveró.
En términos similares se expresó el secretario general técnico de XXAA, Juan Pérez Orozco, quién argumentó a Efe que el acuerdo rubricado en Madrid es «muy importante».
«Este acuerdo permitirá acabar con que sean las industrias quienes fijen el precio, lo cual cambia totalmente el sistema», apuntó este sindicalista. También coincidió en que resulta «inevitable» tomar como referencia el precio francés, que ahora permitirá a los ganaderos saber en todo momento lo que van a cobrar, aunque, reconoció, «no vaya a ser el precio que todos deseábamos». Tampoco pasó por alto el hecho de que en las negociaciones y posterior rúbrica estuvieran presentes los distribuidores, algo que no se había producido hasta ahora.
Mientras tanto, la visión del SLG, que amenaza con más movilizaciones, es totalmente diferente y su secretaria general, Carmen Freire, definió, en declaraciones a Efe, como «una pantomima» el acuerdo suscrito en Madrid. «Con lo firmado ni siquiera le podemos decir a las explotaciones qué es lo que van a cobrar en el próximo mes de agosto», apunto Freire, quien sostuvo que el acuerdo «se cerró en falso para las explotaciones», que, apostilló, «sólo sirve para que el Ministerio pueda salir de la difícil situación en la que se encontraba». Freire recordó cómo su sindicato también se opuso en su día a la figura de los contratos homologados por no disponer de un precio de referencia y, un año después, considera que el tiempo «nos dio la razón». Otro aspecto que no entiende es que se tome como referencia el precio medio francés, «con el que no están de acuerdo ni los propios ganaderos de ese país pese a tener costes menores que nosotros al no haber tenido que comprar cuota», subrayó. Freire considera que hay datos objetivos en España para fijar un precio de referencia. Para ello alude a los costes de producción que tiene cuantificados el Ministerio y que para 2008 se habían establecido en 34 céntimos por litro.