Por datos de archivos se sabe que unos 200 sacerdotes fueron encausados y juzgados en Consejos de Guerra. Las penas a los condenados van: de condena a muerte a tres de ellos (conmutada), cadena perpetua a quince, dos murieron en la cárcel, uno de ellos en la cárcel de Dueñas, tenÃa 75 años de edad, y el otro en Nanclares de la Oca . Otras condenas van desde 20, 16,12, 10 ...años, a varios meses.
Todos sufrieron sus condenas en prisiones infames e insalubres, Dueso, Dueñas,Carmona y otras. En ellas fueron sometidos a una reeducación nacional-católica-franquista a la que intentaron resistirse, ya que dos veces al dÃa les forzaban a cantar el himno de Falange, firmes y con el brazo en alto, haciendo el saludo fascista.
Sufrieron el abandono, el desprecio, la calumnia y la prohibición de celebrar la Misa por parte de la JerarquÃa eclesiástica, con la única salvedad de la protección paternal del Obispo de Sevilla, el cardenal Segura, al que posteriormente Franco forzarÃa su dimisión.
Prácticamente todos al salir de la cárcel fueron desterrados. Al exilio huyeron más de 800, que buscaron refugio en 24 paÃses: la mayorÃa a Francia y de allà a Inglaterra, Argentina, Chile, Cuba, EEUU, Nicaragua, Venezuela, Marruecos o Filipinas.
Los delitos principales de su persecución fueron sus ideas o actividades a favor de la República, seguir la doctrina social de la Iglesia, defender el nacionalismo, desempeñar el servicio de capellán de Gudari, enseñar euskera, escribir en periódicos vascos, etc. Muchas veces les hacÃan ver en el juicio que salvarÃan la vida si renunciaban a sus sentimientos e ideas nacionalistas-separatistas y adoptaban las de los represores.
De toda esta materia trata la investigación realizada por un gallego, Anxo Ferreiro Currás, que acaba de publicar su libro Consejos de guerra al clero vasco (1936-1944). La Iglesia vasca vencida, con documentación del Archivo Intermedio Militar de Ferrol que custodia la documentación de la guerra civil referente a los consejos de guerra. El libro está publicado por la editorial Intxorta 1937-Kultur Elkartea de Mondragon.
Según el autor los mártires religiosos y la persecución tenaz al clero vasco no supuso la eliminación de sus ideas, sino que fue una semilla que brotó con fuerza en los años cincuenta y sesenta de la dictadura, recuerda también que la iglesia vasca fue, hasta ahora, la única que pidió perdón por la complicidad de la iglesia católica con la guerra y el régimen franquista.