Destaca también la sensible mejora en la calidad del activo, con la tasa de mora bajando hasta el 5,35%, un 31,3% mejor que el sector.
Por solvencia (ratio de capital CET1 del 14,1%) y calidad del activo (cobertura de activos improductivos del 56,3%), ABANCA se posiciona favorablemente para afrontar las oportunidades del sector.
La digitalización, con un importante refuerzo del peso de la plataforma digital como canal de comercialización, y la orientación al cliente, con nuevos datos que avalan la satisfacción de particulares y de las empresas, siguen siendo focos estratégicos en la actividad del banco con sede en Galicia.
ABANCA da continuidad a la tendencia observada en los últimos trimestres de crecimiento de su margen básico, que se sitúa en 485,4 millones. La entidad mejora su margen de intereses, que alcanza los 358,4 millones de euros, gracias a la buena marcha del margen comercial.
También aumentan los ingresos por prestación de servicios, que se sitúan en 127 millones. Respecto a este último epígrafe, la buena evolución del negocio fuera de balance permite a la entidad mejorar su cuota de mercado a nivel nacional en planes de pensiones (+6 p.b.) y fondos de inversión (+30 p.b.).
Estas cifras son resultado de una intensificación de la actividad comercial en todos los frentes. El crédito a la clientela crece un 8,9% interanual, hasta situarse en los 27.717 millones de euros. Las nuevas formalizaciones suponen una mayor aportación a resultados gracias a su efecto optimizador sobre la estructura de precios, ya que el tipo de la nueva producción es 46 p.b. superior al tipo medio de la cartera.
Por su parte, la captación de recursos responde en la misma línea, con un incremento del 7,5% interanual, que eleva la cifra total hasta los 36.868 millones. Este crecimiento se materializa tanto a través del ahorro tradicional como mediante la comercialización de productos de alto valor.
Así, el volumen de depósitos de clientes aumenta un 4% interanual, la captación de nóminas un 5,5%, las primas de la nueva producción de seguros generales un 19,6% y los fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro un 31,5%.
Los planes de pensiones de ABANCA, sobre los que se realizará un esfuerzo comercial adicional en el cuarto trimestre de este año, acumulan un crecimiento en el año del 9,4% y han proporcionado una rentabilidad media para los clientes equivalente al doble del sector.
La tasa de morosidad de ABANCA se ha situado, tras descensos consecutivos en los últimos 14 trimestres, en el 5,35%, un 31,3% mejor que el sector.
Esta importante reducción se ha apoyado en una doble estrategia. Por un lado, la reducción orgánica de la morosidad a través de la gestión interna de las recuperaciones, que actúa como base de la mejora de la tasa de morosidad.
Por otro, la venta de activos improductivos, que opera como palanca adicional. Entre 2016 y 2017 ABANCA ha reducido su cartera de fallidos y dudosos a través de operaciones de venta por importe de 1.600 millones de euros, mejorando los niveles de cobertura.
El buen ritmo en la reducción de activos improductivos y la buena gestión de la calidad de los activos hace que en los nueve primeros meses del año el coste del riesgo caiga un 42,1% interanual.
En paralelo a la reducción de los activos improductivos, ABANCA mantiene una de las tasas de cobertura más elevadas del sector, cifrada en el 56,3%.
Los activos adjudicados, por su parte, suponen el 1% del balance, uno de los menores niveles del mercado.
ABANCA continúa situada entre las entidades mejor capitalizadas del sector, con un ratio de capital CET1 del 14,1%. La entidad mantiene una holgura de capital sobre los requisitos de 1.755 millones de euros.
Además de su óptimo nivel de capitalización, la entidad acredita una holgada posición de liquidez cifrada en 10.322 millones de euros entre activos líquidos y capacidad de emisión de cédulas. ABANCA ya cumple ampliamente los requisitos de liquidez a largo y corto plazo fijados por el BCE para 2018.
La entidad presenta un ratio de crédito sobre depósitos del 93,2% y una sana estructura de financiación, sin volatilidad ni dependencia de mercados, basada en depósitos estables de familias y empresas.