Los sindicatos con representación en Novagalicia Banco, entidad nacionalizada cuya matriz fue la fusión de las cajas de ahorro gallegas, piden prudencia ante las informaciones que se refieren a la necesidad de realizar un nuevo recorte de 2.000 empleos como condición para recibir una inyección de capital en el marco de la reestructuración financiera planificada por Bruselas. Después de los datos publicados este domingo por el diario 'El País', Comisiones Obreras y UGT piden esperar a que se conozca el documento oficial sobre las exigencias para la reestructuración, pero avisan de que habrá "una conflictividad importante" en caso de que los despidos que deba acometer la dirección del banco ronden esta cifra y se pretenda aplicar la última reforma laboral, pues constituiría "una hecatombe para las familias" y es "una barbaridad" que la plantilla "no puede asumir".
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de CC.OO. en NCG, Luis Mariño, destaca que "lo importante" a partir de este miércoles, cuando el comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, dará a conocer el documento oficial sobre la reestructuración, serán los plazos que se fijen para el proceso y "la unidad sindical", pues "la unión hace la fuerza".
En representación de UGT en NCG, José Ramón de Pliego llama la atención sobre que la plantilla ya se ha reducido en unos 2.100 trabajadores desde la integración de Caixa Galicia y Caixanova y su posterior conversión en banco, por lo que recortar otros 2.000 empleos tendría como resultado "una ridiculez de plantilla" -en la actualidad, NCG cuenta con algo menos de 6.000 trabajadores-. "Si hay algo de excedente", De Pliego alude al expediente de regulación de empleo (ERE) todavía en marcha y a la opción de recurrir a reducciones de jornada y otro tipo de mecanismos que eviten más salidas de Novagalicia Banco.
Sobre las condiciones para los posibles despidos, tanto Mariño como De Pliego aluden al caso de Banco de Valencia, cuyo futuro pasa por la subasta pero en donde la reforma laboral "no se aplicó de manera estricta". "En todo proceso tiene que haber un margen de negociación. Si la pretensión es aplicar la reforma laboral habrá una conflictividad importante, puesto que los trabajadores son los menos culpables en todo esto", subraya Luis Mariño.
José Ramón de Pliego avisa de que las organizaciones sindicales van "a pelear por los puestos de trabajo" y hace hincapié en que "ahora mismo" lo que preocupa a UGT es "que no sean 2.000 familias más" las que tengan que afrontar los despidos.
CC.OO. ha remitido un comunicado a la plantilla con el objetivo de "pedir tranquilidad" y recordar que el texto que se apruebe y haga público este miércoles Almunia "tampoco es un dogma de fe". "Habrá un periodo de negociación en el que cabe esperar un margen...", indica Mariño que incide en la relevancia de los tiempos que determine la Unión Europea para materializar la reestructuración, ya que "si de lo que se habla es de tres o cinco años", entre otras cuestiones, "cabe esperar que se produzca una mejoría en el entorno económico".
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que los bancos dispondrán de un plazo de cinco años para aplicar las reducciones de tamaño que exija el comisario de Competencia. Aunque ha eludido aclarar cuántos despidos y cierres de oficina pedirá Bruselas en los planes de reestructuración, ha anunciado que la inyección de capital que autorizará la Comisión Europea para los bancos nacionalizados -Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia- ascenderá a 37.000 millones de euros, a los que hay que sumar la cantidad que se dedique a poner en marcha la sociedad de gestión de activos inmobiliarios (Sareb).
Sobre este proceso, De Pliego opina que la conversión en 'banco puente' y la venta "en dos años" de EVO Banco -la marca que opera fuera de Galicia- supone una meta "difícil".
El representante de CC.OO. en NCG reconoce que "todo esto funciona por maceración" y que el dato de 2.000 salidas ya fue manejado por otras cabeceras como 'Expansión' en las últimas semanas. También el responsable de UGT apunta que "la única esperanza que queda" a los trabajadores es "que sea un globo sonda" y finalmente el número de despidos sea menor. "Hay que ver si se puede colocar parte de la plantilla a través de otra entidad", añade Mariño.
En cuanto a la exigencia de centrar el negocio en las zonas de origen -Galicia, León y Asturias, en el caso de NCG-, Luis Mariño resalta que, "según los datos que maneja la dirección, haría que la entidad fuera rentable y apetecible para un futuro una posible integración". El responsable de CIG-Banca, Clodomiro Montero, mantiene un encuentro en Bruselas con el equipo del comité de ayudas a los Estados de la Comisión Europea.
La UE exige a Novagalicia que reduzca su plantilla en más de 2.000 personas
La Comisión Europea exigirá, como contraprestación a las ayudas de Bruselas a los bancos españoles, un recorte de unos 8.000 empleos en Bankia y Novagalicia, de los que 6.000 corresponderían a la entidad madrileña y el resto a la gallega -800 de ellos en Galicia-. Según una información que publica El País, que cita fuentes próximas a las negociaciones y otras de la capital comunitaria, Bruselas tiene prácticamente listo el documento con las condiciones que tienen que cumplir cuatro entidades y el capital que definitivamente se les inyectará.
A cambio de las ayudas Bruselas requerirá una reestructuración "integral" para las entidades que reciban fondos, que deberán concentrar su negocio en sus regiones de procedencia y en la banca familiar. Los planes definitivos para Bankia, Novagalicia y otros dos bancos nacionalizados, CatalunyaCaixa y el Banco de Valencia, se conocerán previsiblemente el miércoles, cuando Joaquín Almunia, el comisario competente en este asunto, haga público el documento definitivo con las condiciones. El FROB recibirá el 15 de diciembre el dinero de la Unión Europea, que ingresará a los bancos afectados el día 30, para que puedan cuadrar las cuentas del 2012.
Ante estas informaciones, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, ha criticado que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "ni está ni se le espera" mientras "la Unión Europea ordena 2.000 despidos en Novagalicia, entidad que va a ser descuartizada para su venta a precio de saldo". "Basta ya de imposiciones desde fuera. Basta ya de que se elimine el sistema financiero gallego por decisiones que se adoptan en Bruselas con el apoyo entusiasta del FMI. No podemos aceptar una decisión que va a suponer agravar la masiva eliminación de puestos de trabajo que sufrimos en Galicia desde el estallido de la crisis".