Así lo han indicado en un comunicado las dos entidades, que con su registro en A Coruña -donde estará la sede social- se convierten a todos los efectos legales en una sola, que tendrá, al fin de su integración completa, más de 1.000 sucursales, pues estiman el cierre del entorno de 300 oficinas (según las respectivas memorias de 2009 tienen 1.391 abiertas en la actualidad). De este modo, la nueva caja gallega ha finalizado la primera fase de su integración tecnológica -el proceso se completará en los primeros 18 meses del periodo de transición- y eso permitirá a los clientes realizar desde este miércoles las operaciones más habituales en cualquiera de las oficinas de una y otra marca. No obstante, hasta que la integración sea plena, operaciones como amortizar préstamos, valores o actualizar libretas en los cajeros "no podrán realizarse indistintamente", han apuntado. "En estos momentos los clientes no tienen que realizar ningún cambio. Las libretas y tarjetas seguirán siendo las mismas", ha asegurado el director general adjunto de la Dirección Comercial de la nueva caja, Julio Rivero, quien ha explicado que, en caso de que una oficina se cierre dentro del plan de reestructuración, se indicará a los clientes una nueva sucursal en la que serán atendidos.
Las entidades han explicado que, hasta el momento en que se produzca la integración tecnológica plena, los centros de procesos de datos de ambas estarán "intercomunicados" para replicar cada día las bases de datos de clientes en todas las oficinas. Los empleados tendrán acceso a la información de clientes tanto de Caixa Galicia como de Caixanova y los atenderán con independencia de la caja de procedencia.
De este modo, quienes tengan sus cuentas abiertas en estas entidades podrán hacer con normalidad y sin costes sus operaciones habituales en cualquier oficina y podrán retirar dinero de cajeros de Caixa Galicia y de Caixanova sin que suponga un cargo adicional. La nueva caja eliminará también el miércoles "cualquier tipo de comisión" en las operaciones de transacción entre las dos entidades y fijará "las mismas tarifas" para operaciones en las dos marcas. El proceso de integración tecnológica tiene como objetivo "dar la mayor calidad de servicio a los clientes", ha garantizado el responsable de la dirección comercial de la nueva caja, Juan Díaz Arnau, quien ha destacado que aspiran a que los usuarios "se vean lo menos afectados posible por el proceso de integración".
Además, la nueva caja será "la primera entidad financiera en escriturarse en gallego", según han destacado Caixa Galicia y Caixanova a través de otro comunicado. Sus directivos presentarán en este idioma este miércoles los estatutos y la escritura en el Registro Mercantil de A Coruña, "un hito histórico que permite el nacimiento legal, a todos los efectos, de la nueva entidad". La decisión de hacer la escritura en gallego constituye "un gesto de respeto, arraigo y compromiso no sólo con Galicia, sino también con su lengua y cultura", han subrayado las cajas, que ha insistido que es la primera entidad financiera que presenta su documento fundacional en el Registro en esta lengua y "una de las pocas empresas que está constituida en gallego, además de en castellano".
Los directivos han querido "hacer una demostración del papel que adjudican al gallego, un paso hacia adelante desde los avances que, por separado han hecho en los últimos años", agregan las dos entidades.
Entre la documentación que se entregará se encuentra la escritura de fusión firmada el lunes en Santiago por los dos copresidentes, Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela, compuesta por los estatutos, los acuerdos de fusión de las asambleas, los balances de fusión por separado, el resultante y la autorización de la integración por parte de la Xunta. "Concluido este requisito, la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova será una realidad y tendrá efectos contables", han resumido ambas.
Competencia asegura que "hay mecanismos" si se detectasen "conductas
El presidente de la Comisión Nacional de Competencia (CNC), Luis Berenguer, ha advertido de que "hay mecanismos para actuar" sobre posibles "conductas anticompetitivas" si, en un futuro, el "reforzamiento" de posiciones que supondrá la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, que empiezan a operar de manera conjunta, "plantea problemas". Durante su intervención ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Berenguer ha explicado que las operaciones de concentración de las cajas han sido aprobadas por la CNC "en primera fase" porque "tradicionalmente" y de acuerdo con decisiones de la Comisión Europea y otros precedentes del extinto Tribunal de Defensa de la Competencia, "se entiende que el mercado de los servicios financieros es de ámbito nacional".
De esta forma, ha argumentado que "ninguna de las cajas tenía suficiente cuota de mercado para poner de manifiesto problemas de competencia", aunque ha puntualizado que "es cierto que sólo una de ellas", en referencia a la fusión de las cajas gallega, constituye "el único modelo que ha supuesto un fortalecimiento en una comunidad autónoma determinada". "Pues bien, hay algunas diferencias en cuanto a los informes de aprobación, que ponen de manifiesto que, si en el futuro ese posible reforzamiento, que no plantea problemas a nivel nacional, plantea problemas a un nivel inferior, hay mecanismos para actuar sobre esas conductas anticompetitivas", ha afirmado Luis Berenguer.
Por otra parte, ha señalado que los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) no deben ser un "modelo definitivo" y deben suponer una "estación de tránsito" que habrá que ir profundizando con la privatización de las entidades como una de sus posibilidades.
Al respecto, ha agregado que aquellos que piensen que, una vez pasada la tormenta financiera, se podrán "desapoderar" los SIP para volver al modelo anterior de gestión de las cajas "se equivocan". En este sentido, ha remarcado que el modelo de cajas debe cambiar porque, aunque ha permitido que el nivel de concentración de banca sea "muy competitivo", sirviendo de contrapeso a la banca privada, resulta "insuficiente" para competir en banca, ya que estaban pensado para cuando las entidades estaban "limitadas territorialmente" e incluso presentaban "problemas de legitimidad". Asimismo, ha explicado que todas las operaciones de fusiones de cajas han sido aprobadas en primera fase porque tradicionalmente se considera que el mercado de servicios financieros es de ámbito nacional, sobre todo el de las cajas.