Una nueva edición de la Eurocopa ha vuelto a paralizar al planeta fútbol. El mejor torneo de selecciones a nivel del viejo continente se ha dado cita en Alemania para ofrecer un espectáculo inmejorable. Prueba de ello son sus ediciones anteriores, donde se han producido situaciones que han quedado
para siempre en la memoria de los aficionados al deporte rey.
Al ser un torneo corto, muchas veces se da la circunstancia de que uno o varios futbolistas destacan de forma espectacular. Encadenan tres o cuatro partidos buenos, o a veces simplemente anotan un gol clave, y son recordados toda la vida por su buen hacer en una cita tan especial como puede ser una Eurocopa.
Sin embargo, esa gloria no es eterna. Suele ocurrir que esos jugadores que tocan su cielo futbolísticos en estas competiciones, luego se vengan abajo y nunca más vuelvan a mostrar el nivel que llegaron a lucir. Se trata de un fenómeno que ha afectado a varios hombres, que están para siempre asociados a algunas
ediciones de la Eurocopa de los últimos años.
¿Te acuerdas de algún jugador así? A continuación, una lista con algunos ejemplos.
Patrick Schick (República Checa) - Eurocopa 2021
Fichado por la Roma en 2018 a golpe de talonario, pagando 42 millones de euros a la Sampdoria, nunca dio un gran rendimiento. De hecho, en las dos temporadas que estuvo en el conjunto de la capital de Italia, apenas consiguió anotar 8 goles. Su falta de efectividad le llevó a ser cedido al RB Leipzig y, posteriormente, ser traspasado al Bayer Leverkusen en el verano de 2020. En ninguno de los dos clubes dio su mejor versión.
Sin embargo, en la Eurocopa de 2021 se destapó como un auténtico jugadorazo. Fue elegido en el mejor 11 de la competición después de anotar cinco goles en cinco partidos, y de llevar a su selección a cuartos de final. Todo hacía indicar que ese torneo sería el que haría despegar su carrera, pero nada más lejos de la realidad. 34 goles en tres temporadas en la Bundesliga han confirmado que
su nivel sigue siendo irregular.
Eder (Portugal) - Eurocopa 2016
Este futbolista luso forjó su curriculum en el fútbol de su país hasta el 2015, cuando fue fichado por el Swansea de la Premier League. Su pobre bagaje hizo que fuese cedido, en enero de 2016, al Lille francés, donde tampoco acabó de explotar, con unos números bastante discretos. Sin embargo, pese a todo eso, fue incluido por Fernando Santos en la lista portuguesa para la Eurocopa de ese mismo año.
Su papel en la competición fue principalmente testimonial hasta que, en la final, salió al campo y se sacó un disparo brutal en la prórroga, que batió a Francia e hizo a su selección campeona. Su nombre pasó a la historia por aquel momento tan brillante, y muchos pensaban que estaban ante un nuevo ídolo del fútbol luso. Lamentablemente, su carrera nunca remontó. El Lille decidió comprarlo tras la Euro, pero al año lo acabó vendiendo por un precio ínfimo al Lokomotiv de Moscú. Eder tampoco tuvo suerte en Rusia, y tras un breve paso por Arabia Saudí, se acabó retirando en 2021.
Andrey Arshavin (Rusia) - Eurocopa 2008
No era tan desconocido como otros, ya que ese mismo año había sido campeón de la antigua Copa de la Uefa con el Zenit de San Petesburgo. Aun así, con 27 años, no había tenido ninguna experiencia fuera del fútbol de su país. Lo que le hizo ganársela, fue completar una gran torneo en Austria y Suiza, sorprendiendo a los grandes especialistas del término "
apuestas euro copa" y llevando a su combinado nacional hasta las semifinales. Para la historia queda su memorable partido ante Países Bajos en cuartos de final, donde anotó un gol y dio una asistencia.
Medio año más tarde, en enero de 2009, fue traspasado al Arsenal. Su rendimiento en Inglaterra fue bueno, pero nunca tan superlativo como el que había demostrado en la Euro. Finalmente, tras poco más de tres años en Londrés, volvió al Zenit. Finalizó
su carrera en 2019, jugando en la liga de Kazajistan.
Angelos Charisteas (Grecia) - Eurocopa 2004
Empezó su carrera en el fútbol de su país en 1997, y antes de la Eurocopa de 2004 apenas acumulaba un par de años decentes en el Aris de Salónica y el Werder Bremen, aunque con un rendimiento pobre en cuanto a números. Todo eso dio igual cuando se convirtió en el héroe griego en la Eurocopa de 2004, marcando tres goles en el torneo y llevando a su selección a ser campeona de Europa contra todo
pronóstico.
Esa sensacional actuación hizo que el Ajax se fijase en él y lo comprase poco tiempo después. Lamentablemente, nunca rindió a un nivel ni mínimamente cercano a aquel torneo. Tras poner fin a su aventura holandesa, pasó por equipos de la Bundesliga, Ligue 1 e, incluso, de la liga griega. Finalmente, acabó su carrera en 2013 en Arabia Saudí.
