Locura antigay en Francia

Salva es un gay amigo residente en París desde hace algún tiempo… Lo del matrimonio le cogió de sorpresa y por eso le ha dicho a su pareja, Fran, que el bodorrio debe de esperar pese a que llevan juntos unos diez años.

Ambos están viviendo la década prodigiosa, la de los cuarenta; son artistas y excelentes fotógrafos. Fran es cámara de France 2 y Salva prepara una exposición que…

—- Te digo que de esta racho, Xerardo…

Fran y Salva son felices. Tienen trabajo, les sonríe el amor y viven en una de las ciudades más bellas del mundo. Los dos nacieron en Pontevedra.

Pero están preocupados, muy preocupados… porque han sido testigos de las acciones de “Hommen”, una organización muy parecida en lo estético a “Femen”, pero totalmente antagónica.

Ya sabes. “Femen” es una organización que reivindica los derechos de la mujer y lucha contra el turismo sexual en Ucrania. Su líder es Anna Hutsol y últimamente se declararon anti-islamistas. Se hicieron famosas en España por manifestarse contra el aborto, con los pechos al descubierto, en el Congreso de los Diputados.

Esa estética es la que siguen los “Hommen”: lucen el torso desnudo, llevan pantalones rechinantes, mocasines y se esconden detrás de un antifaz blanco.

Tras ese antifaz se ocultan los más exacerbados activistas contra el matrimonio gay en Francia. Se trata de una máscara de “Pedroline”, el personaje triste de la “Comedia del Arte” al que le brota una lágrima, con la que pretenden encarnar, según su portavoz…

—–A la mayoría del pueblo silencioso que sale de la sombra y llora de cólera.

La organización presume de contar en sus filas con más de 2.000 voluntarios activos. Los militantes de Hommen -que cuenta con 7.500 adeptos en Facebook y con 4.000 seguidores en Twitter- aseguran que van a continuar con sus acciones hasta que Hollande dimita y en Francia se vuelva a prohibir que los homosexuales puedan casarse y adoptar hijos.

Dicen no tener ideología política, pero Hollande es su objetivo y algunos de sus miembros, según fuentes policiales, pertenecen al mismo tiempo a organizaciones con prácticas propias del nazismo, en las que se incluyen agresiones físicas a gays y lesbianas.

Por eso Fran y Salva aún contienen su alegría por la ley que este año devolvió a Francia al lugar al que perteneció siempre: un país libre en el que cada ciudadano es de la estirpe que le da la gana.

Pero, ¿Sabes? Un sesenta por ciento de la población francesa se declara en contra del matrimonio gay y un 29 por ciento es homófobo contra este colectivo.

¡Cualquiera se lo diría a cuantos hicieron cola en los cines de Perpignan y Biarritz durante la dictadura franquista!


www.galiciaunica.com