¿Existe el hombre perfecto?
Castro Liz, Ana - martes, 27 de agosto de 2013
Toda mujer desea encontrar un tío como Christian GREY pero no lo hay por ninguna parte
En boca de muchas mujeres, anda una trilogía de libros con matices eróticos-festivos, llamado 50 Sombras de Grey de J.L. James, donde el romanticismo más empalagoso armoniza con el juego sexual. Narra las peripecias de una inocente estudiante y un empresario exitoso, atractivo y seductor (un tal Christian Grey) que desde que se conocen, inician una apasionada relación donde el caballero, induce a probar prácticas sexuales extremas y en oscuros deseos, a la joven inexperta, enamorándola como una tonta gracias a un gran despliegue de medios llenos de cortejo.
Al leer estas historias, que hacen volar lo más lejos posible del aburrimiento sexual, donde un tío impresionante, forrado y galante, cumple todos los deseos a la rapaza. ¡Cualquiera se cambiaría por ella para estar con un macho igual!. Aunque en realidad él es: un machista, traumatizado por su infancia, manipulador, obsesivo y posesivo, pero se olvidan todos esos matices, ¡porque está muy bueno, la quiere a lo loco!. Al cerrar el libro y regresar la cruda realidad, sales a la calle y no te encuentras a ninguno a si porque ¿¡no existen!?o ¿donde se meten?, y concluyes que, ¿estos libros más que ayudar a fantasear, frustran aun más porque se idealiza un amor de ciencia-ficción?.
Conviértete en un Grey
Si quieres ser un aspirante a Sr. GREY, conviértete en: romántico, galán y aprende a cortejar. Si no tienes pelas, ¡juega a la lotería para ser rico!. A una mujer le gusta sentirse especial e única, esto él lo hace ¡de maravilla!. Idea un contrato sexual donde mediante clausulas expongas que hacer y que no, ¡eso fomenta la imaginación y el morbo!. Rompe tabús en el sexo, el concepto amo-sumiso no tiene porque ser perverso ni humillante, se puede encontrar un punto divertido. Prepara citas increíbles llenas de aventura. El la convierte en su esclava sexual, sabe como introducirla en su mundo de fantasías, ¿cuántos tíos hay que sepan utilizar adecuadamente su coordinación rítmica a la par que dar absoluto placer?.
Ellos se envían Emails pícaros, subiditos de tono y se tratan de usted, con ironía, ¿a quién no le gustaría recibir mensajes que mantuviera la chispa encendida a todas horas?. Grey hace regalos maravillosos, esta forrado y puede permitírselo sin que ella se sienta culpable pero ¿qué varón es capaz de agasajar con pequeños detalles solo por disfrutar con la cara de felicidad que ponga la dama?. En definitiva es un amante excepcional, sabe lo que hace, donde y cuando, siendo capaz de garantizar varios orgasmos seguidos a esta agraciada mujer.
Alcanza la perfección
En realidad existen dos tipos de hombres perfectos; el que las mujeres creen que quieren (la idealización desde niñas de alguien con unas características determinadas) y al que terminan queriendo (el que se encuentran). Indispensable es que sea: atento y cariñoso, pero no a cualquier precio, porque sino todos los chuzas que se te acercasen y soplarán al oído en la nocturnidad, diciéndote: eres guapízima, ¡tendrían éxito asegurado y no siempre es así!. En lo que coinciden muchas como característica importante a tener en cuenta por parte de un hombre, es que posea una buena conversación, según eso se puede detectar los intereses comunes, la química y si te sientes a gusto, que ya no es poco a primera impresión.
La diosa que llevas dentro
La protagonista femenina del libro nombra a la diosa que lleva dentro cada dos por tres. Afortunadamente toda mujer lleva una en su interior, pero no todas lo saben, descubrirlo puede llevarte toda la vida. Existe un poder que cuando despierta, después de haber recorrido un viaje profundo donde descubre la verdadera esencia que es autentica, única e individual, a partir de ahí es cuando empiezas a escuchar las propias necesidades, reconociendo y descubriendo quien eres, en ese momento una mujer se enamora de sí misma, sin caer en el narcicismo, para luego poder amar a un hombre perfectamente imperfecto.

Castro Liz, Ana