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Hagamos algo por ellas

viernes, 31 de mayo de 2013
La historia empieza en el autobús…

—- Niño, levántate y déjale el sitio a esa señora. ¿No ves que está embarazada?

—- ¡Y yo estoy muy cansado, déjame en paz!

Cuando yo era alumno del Instituto del Posío bajaba de Cudeiro a Ourense en el “carrito”, que así le llamábamos y aún llamamos los ourensanos al autobús. Una vez que había desayunado, mi madre, siempre me repetía…

—- Hijo, sé educado. Deja los asientos para los mayores.

Y a mi ya ni se me ocurría sentarme… en los cinco kilómetros del trayecto.

QUE NO TE TAPE LA BOCA....

Desgraciadamente, la muchachada de este milenio viene precedida de una mala leche que asusta. Y así pasa lo que pasa en los botellones y en sus noches de Cabiria: peleas, delitos menores y mayores, malos tratos, violaciones y hasta asesinatos…

¿Escribí malos tratos? Eso es harina de otro costal… que yo iba por el tufillo educacional y resulta que llego al más asqueroso machismo iberoamericano. Aunque posiblemente algo tendrá que ver la mala educación, que no es lo mismo que la “mala reputación”, aquella de Brassens.

Le cantaré a usted, señor ministro y señora directora general de la cosa:

—- Mis amigos del SUP, que por si no lo saben es el Sindicato Unificado de Policía, me cuentan que “de arriba” han dicho que “hay que asegurarse bien sí son malos tratos o una simple discusión familiar”…

—- ¿Cómo?

—- Pues que dicen ustedes en “petít comité” que no siempre es lo que parece; pero yo les digo que casi siempre no solo lo es, sino que termina en tragedia… Así que tendrá que poner remedio a esta lacra social la Policía, por un lado, y la justicia por el otro.

—- No lo entiendo…

Pues, como dice siempre su ídolo político… ¡Verá usted!

Ya sé que en mi Tierra, una tal Rosa Prieto, denunció a su profesor de la auto-escuela, R.A.M., por abusos sexuales. Y sí, el hombre se vio incurso en un proceso penal hasta que a los dos años pasó de ser un animal a una víctima de una falsa denuncia, presentada por dinero…

Pero no me negará que este es un caso aislado, que van más de un ciento de mujeres asesinadas por sus ex maridos o ex lo que sean, en cinco meses; y que son miles los casos de malos tratos, de eso que llamamos comúnmente violencia de género…

El último, sin ir más lejos, sucedió esta semana: es el de ese sexagenario sevillano que le clavó un cuchillo a su mujer, de la misma edad que él, causándole heridas de gravedad.

—- Mire usted, la violencia de género es tan vieja como la existencia de la especie…

—- No sí ahora me dirá que el hombre del Cromañón arrastraba a su mujer por la melena… ¿Es usted muy de derechas, verdad?

Yo le diría que se dejaran ustedes de crisis por una vez y no regatearan dotaciones policiales para estos menesteres, que bastante tienen las pobres maltratadas con sus miedos para que aún encima les salgan un ministro y una directora general mediocres y cicateros.

De paso, podían decirle ustedes al señor presidente que tome mano del Ministerio de Igualdad, que lo que está consiguiendo su ministra… es todo lo contrario a la tarea que le ha encomendado.

—- ¿Tú crees que en esto de los malos tratos influye la mala educación o es cuestión de instinto criminal?

—- No lo sé, pero en muchos de los crímenes por violencia de género influyó también la mala gestión, según consta en los archivos judiciales.

www.galiciaunica.com
Rodríguez, Xerardo
Rodríguez, Xerardo


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