Nos salvan las exportaciones

Nos salvan las exportaciones, pero...

En esta crisis que nos ha tocado sufrir y que en el caso de España nos obliga a todos a abrocharnos el cinturón demasiado, Galicia ya no se pregunta en donde están los Mercados y quienes son realmente sus responsables.

Porque los conoce bien, ya que algunos de los empresarios de nuestros sectores productivos llevan tiempo con presencia en ellos, además de los emprendedores que pertenecen al mundo de la emigración y que han consolidado su presencia en más de 125 países.

Los sectores clásicos, a los que hay que sumar nuevas iniciativas, el apoyo institucional y la apertura de oficinas de apoyo a las exportaciones, hicieron de Galicia una de las comunidades más internacionalizadas de España y la de mayor crecimiento en el pasado ejercicio, con un 20 por ciento por encima de la media nacional.

Galicia conoce bien el mercado internacional y quiere aumentar su presencia en él, especialmente en aquellos países en los que ya se nota, desde siempre, una importante presencia de empresarios gallegos, grandes o medianos.

Aquí como en el resto de Europa, la crisis continúa y el sector industrial experimentó un decrecimiento bastante acentuado que hizo decrecer el empleo hasta los niveles más bajos de nuestra historia.

La cifra generada por el PIB, Producto Interior Bruto, según el último dato oficial y correspondiente al 2012 registró una tasa de variación negativa del dos y medio por ciento. Y la situación del mercado laboral sigue en fase de pérdida, al igual que el resto del territorio nacional, a pesar de que estamos cerca de la escalofriante cifra del 25 por ciento de la población en edad de trabajar.

Esto tiene su principal origen en la desaceleración de la demanda interna, derivada del descenso del gasto en el consumo final de los hogares, por los salarios, así como del índice de disponibilidad de bienes de consumo, todo ello provocado por la crisis económica en la que estamos inmersos.

Al margen de la reactivación del consumo interno, de lo que se trata es de seguir con esa buena política exportadora que nos permita mantener una población industrial activa, al menos en los grandes sectores, esos clásicos que mantienen un alto nivel de empleo en contra de módulos económicos que, parecen, por el momento, irrecuperables.

Esto sucede en Galicia, un país acostumbrado a exportar no solo producto sino también mano de obra.