Elocuente silencio popular
Durán Mariño, José Luís - viernes, 08 de marzo de 2013
En el Partido Popular nadie se ha atrevido a dar la cara en la habitual rueda de prensa que sigue a la reunión del comité de dirección del partido, que tiene lugar todos los lunes. Y es que no parece que el partido de la derecha española disponga de ningún diestro con las agallas y la elocuencia suficientes para lidiar al astifino Bárcenas.
Después del enrevesado trabalenguas, acerca del despido diferido y otras lindezas, protagonizado por Maria Dolores Cospedal la pasada semana, en una oratoria digna del propio Demóstenes, ya nadie se atreve a salir a la palestra en la cúpula del partido para tratar de dar explicaciones acerca de lo inexplicable y es justificar de una forma convincente como, sin incurrir en el latrocinio más rastrero, el tesorero del partido se hizo con una fortuna de más de 30 millones de euros (más de cinco mil millones de pesetas), envidia de cualquier empresario de éxito y, de paso, tratar de convencer a los ciudadanos españoles de cómo es posible que semejantes gestores, tan brillantes y efectivos con su peculio particular, se muestran sin embargo incapaces de gestionar de forma eficaz la economía española.
Nadie en el Partido Popular quiere, por tanto, ejercer de chivo expiatorio para dar explicaciones en un caso que tiene un repugnante olor a podrido y, de paso, exponerse a las incómodas preguntas que están deseando formularle tanto los periodistas como los ciudadanos españoles y es que, ya se sabe que hasta la elocuencia política, aunque florida, tiene también sus limitaciones.
Pero de todos los líderes del PP, el silencio más elocuente es el del Ministro de Economía, tan empeñado en denunciar fraudes fiscales entre los empresarios, los artistas, los partidos, los sindicatos, etc. no ha visto, en cambio, irregularidad alguna en la gestión de los fondos de su propio partido. Ya lo decía el rabino: es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

Durán Mariño, José Luís
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