Ver uniformes, ¿Te pone un montón?

Ciertas prendas distintivas desprenden un exotismo tan fuerte que es imposible no desear a quién las lleva

Existen varones con trabajos arriesgados que cambian como del día a la noche, si van con su uniforme laboral. Fantasear con un bombero, militar, policía, guardia civil, repartidor de paquetes o los de Telepizza con su casco, los de los servicios técnicos de compañías de telecomunicaciones, mecánico, pintor, fontanero, electricista y no sé cuantos más profesionales “todos uniformados”, ¿dan un “morbo que te cagas”, o no?

Fetichismo visual

Un uniforme de trabajo da sensación de autoridad, sobriedad y jerarquía sobre los demás que no vistan así y eso es lo que les llama la atención a algunas mujeres. Durante siglos el objetivo fue buscar un hombre que diera seguridad, ahora debido a “la bienvenida liberación de género”, una mujer ya se siente segura sin necesitar del exterior, ninguna protección de un macho. La personalidad no te la da un “uniforme”, si crees que es así, eres muy inseguro y escondes tus flaquezas delante de los demás, escondidos debajo de esa ropa.

Excitación lógica

¿Por qué a algunas personas les resulta más atractivo ver alguien de uniforme?. La publicidad de ciertos productos que venda una imagen unida a estos estilismos, gustan más. Algunas pelis porno desatan fantasías estupendas donde aparecen personas de esta guisa. En carnavales tienen más éxito los disfraces donde se va uniformado. Desempeñar una profesión determinada también tiene su punto interesante, atrayendo más los hombres o mujeres que se visten así, al menos estéticamente que los que van de otra forma. Imaginarse y montarse una historia erótica con un bombero, por ejemplo, que te rescata, o un policía que te saca de un apuro, o un fontanero que te arregla una tubería, son sueños eróticos muy recurridos.

Profesiones con más morbo

Bomberos: es un clásico; profesión excitante y peligrosa, ¡es la que más pasiones desata!. Existe el tópico de que todos están buenísimos, quizás por los almanaques de navidad donde salen en cueros. Un varón que apague fuegos y venga a encender el tuyo con esa extensa manguera, da mucho por imaginar. Policías: vigilan por tu seguridad; el uniforme azul marino, les queda como “un guante”, tanto que hasta el que no tiene buen tipo, se lo hace. Un poli le gusta a toda aquella que se sienta un poco “malota” y desea ser detenida e inmovilizada con las esposas y jugar un poco con la porra. Guardia Civiles: los de la Benemérita son muy cercanos, los encuentras siempre en el mismo bar del pueblo, dispuestos para informarte de cualquier cosa. Conocen los mejores rincones para esconderse por el monte y aunque ya no llevan tricornio, con esa gorra que se traen, parece que van de safari a correr aventuras, ¡los pantalones les quedan de muerte en el trasero!. ¿Y los de tráfico?, con esas motos y las gafas de sol, ¡son tan paternales! Siempre te recuerdan en las carreteras nacionales o autopistas que si “corres”_ te castigan. Marineros: ¡tan pulcros de blanco impoluto!, ¿Quién no se ha visto en la peli “Oficial y Caballero” en brazos de Richard Gere?_ ainsssss. Mecánicos o fontaneros: no serán tan elegantes como los demás pero ese mono de trabajo y lo bien que trabajan con las manos, incita a creer que hará el resto igual de bien. Ese mecánico lleno de grasilla, con el mono a medio cerrar, o el fontanero arreglándote el grifo agachado frente a ti, hace volar la imaginación de la más casta y pura. Un operario o currante en general, son los orgullosos proletarios con las personalidades más de machos alfas, que cualquier otro. Doctores o Enfermeros: la bata blanca o pijama verde, manos suaves, tantas series televisivas ensalzan esta profesión que hacen que desees tener dolencias para enfermar cada 5 minutos y regresar a verlos. Soldados y Legionarios: el uniforme de combate con botas militares, camiseta estrecha marcando brazo, dan un “sex appel” de macho salvaje, con esa barba, son los reyes de los desfiles; del día de la patria o semana santa junto con la cabra y la corneta.