Añoranzas de Vilamartín (I)

Vamos intentar hacer un esbozo recordatorio de Vilamartin en lo que va de ayer a hoy, cuando en la lejania de finales de los alegres años veinte ,de niño, acudiamos al domicilio familiar de los abuelos, en una casa situada en la calleja situada en la margen derecha del Canal, proxima al puentecillo de la Plaza.

Allí, desde el corredor, contemplabamos el paso de la gente que caminaba hacia la Cuesta o la que se dirigia a la Central Telefonica enfrente de la vivienda.Dedicando este trabajo a gentes con perfiles humanos y,en
muchos casos, anonimas que no pueden quedar relegadas al olvido , ya que sus pasos dejaron huella y, tras las huellas buscamos su pista.

El abuelo,en su mesa-escritorio guardaba papeles, libretas con apuntes escritos a pluma, en tinta morada, documentos, codigos y reglamentos. Como nieto primogenito, gozabamos del privilegio y las carantoñas que, tambien,por esa circunstancia, nos hacian los bisabuelos Dario y Flora que tenian la vivienda a dos pasos,en los Palos.

Nuestra niñez continuó, despues, al trasladarse la familia materna a la +casona+ de Pepe Lago,con mirador a la Plaza, cuando este emigro a Santiago de Cuba, dejando la administracion de sus bienes a los abuelos, a cuyo cargo quedo el mobiliario durante mas de una decada,donde como vecinos proximos teniamos a los familiares de +tia Maria+,
casada con Veloso, el cartero señor Rodriguez y la huerta con frutales lindando con la mansion del doctor don Leopoldo Brasa.

Habian fallecido,entonces, los bisabuelos ,primero la bisabuela Flora y ,despues, el bisabuelo Dario, quien en el ocaso de su vejez su cariño se centraba en aquel nieto invalido ,Alejandro Veloso Lopez, con los miramientos de todos nosotros, y del vecindario que compartia el mismo sentimiento.

Nuestro abuelo Joaquin fue uno de los +ultimos de Filipinas+, episodio que
recordaba y nos relataba evocando aquellos dias de mayo de 1898 en Cavite,en la Isla de Luzon, enfrentandose a los norteamericanos con heroismo y que, con el tiempo, se plasmo aquel gesto en la pelicula +Los Ultimos de Filipinas+. Al regresar a España la Corona le concedió una condecoracion pensionada `por el ministerio de la Guerra, gratificacion que a su fallecimiento en 1940 siguio percibiendo la viuda.

Ingresó el abuelo en la Guardia Civil, tras pasar por los puestos de Santa Cruz de Campezo, en las Vascongadas. y San Jorge de Sacos en Pontevedra, llegaron los ascensos como comandante de puesto en Trives,Verin y Leon.para quedar, al retirarse, en Vilamartin desempeñando el cargo de juez de paz, teniendo en cuenta que conocia los textos legales de los Codigos Civil,Penal y Procesal.

Se preciaba de su amistad con el Academico y Catedratico don Salvador Padilla Vicente, padre de la que fue maestra de Parvulos y ejercio la enseñanza en la Villa doña Carmen Padilla Gonzalez, donde el municipio la recuerda dedicandole una calle y se la recuerda, con afecto, por varias generaciones de alumnas.