¡Estás entre la espada y la pared!

¿Estas honrando a tu honestidad al decirle a tu mejor amigo que su pareja le es infiel?

Descubrir un engaño ajeno no es agradable y menos cuando el que lo sufre es alguien que aprecias mucho, preguntándote si sería positivo contárselo. Debes tener claro que cualquier cosa que hagas, te va a repercutir, sin ser el protagonista de una historia no va contigo. Pero ¿quién sentencia lo que está mal o bien?, no hay acciones correctas o incorrectas, perfectas o imperfectas, solo existen hechos con unas consecuencias. La vida se encarga de sacar a relucir la verdad en cualquier momento pero si te lo callas pueden echarte en cara; “si los sabias, ¿por qué no lo has contado?”, y si lo cuentas corres variados riesgos. Antes de dar ningún paso cuestiónate: ¿qué te gustaría que sucediera si tú fueras el corneado y tu amigo lo supiera?, ¿te gustaría saberlo? o mejor aún, ¿cómo te sentirías con tu amigo si éste te contara que tu pareja te engaña?.

¿Se lo digo o no?

Interfieres en un problema, que no has provocado, pero es tuyo desde que lo sabes ya formas parte de él. Ponte en el lugar de tu amigo pero desde su perspectiva, no desde la tuya, es lo mejor, ¿sería bueno para él saber que lo engañan o mejor que no?. Una cosa es que lo presencies con tus ojos y otra que te lo cuenten, en ambos casos no te arriesgues si no estás seguro.

Habla con “el que engaña”, invítale a que sea él quien confiese sus actos a su pareja y si no, se lo harás tú. Cualquiera de esos pasos pueden hacer que corras el riesgo de que jamás exista “cordialidad” entre ninguno de los tres. Cuestiónate si la amistad que tienes con “la victima de la traición” es autentica, si es así, quizás tus obligaciones aumenten para “cantar como un ruiseñor” todo lo que sepas, por mucho que le destroce “esa realidad” a tu amigo, debe prevalecer por encima de todo la lealtad. Cuando conoces a una persona y si existe confianza, ya sabes cómo actuar.

Ella lo perdona a él, pero no a ti

A veces “las personas engañadas” dudan incluso de la palabra de los amigos de toda la vida. Ser dependiente de un amor que ciega puede impedir darse cuenta de que tu marido o mujer puede “estar jodiendote” a tus espaldas y no figurativamente, mientras tu vives en “el mundo de yuppie”. Al enterarte, tu pareja hará lo posible por justificarse, contándote “con pelos y señales” todo lo contrario, incluso aunque existan pruebas con testigos, te convencerá jurándote por; diosito lindo, que no hay nada raro y que te quiere con locura. Un conflicto de estos puede hacer terminar con una amistad duradera. Escuchar por parte de tu amiga, hermana o hija, quejas de que su pareja sale mucho solo, se cuida físicamente más que antes, o no tiene sexo con ella desde hace milenios, no tiene porque ser significativo de que la este “corneando”, o ¿tal vez si?.

Un rollo con el novio de tu amiga

Otra situación complicada, es que te tire los tejos la pareja de tu colega, pudiendo suceder; que pases completamente o que te guste. En el primer caso, déjale claro que no te moleste y que si no siente nada por con quien está, que se encargue de ser sincero y la deje, después tú ya tendrás tiempo de dar tus explicaciones a tu amistad. La otra opción es que te involucres tanto en el medio de una pareja que no se sepa quién es pareja de quién, surgiendo un roce que pueda terminar en lio, entonces ¿a quién le debes más honestidad?, ¿a tu amigo o a tu nuevo amante que es su pareja o a ti mismo?.

¿Me hará lo mismo?

Enamorarse de la pareja de otra persona que además es amiga, que si se cruza en tu camino y sientes algo fuerte, quizás sea la situación más complicada por la que alguien puede pasar, siendo la propia conciencia la que sentencia la responsabilidad que tiene cada uno, ¡salir impune sin dañar es imposible!. Ser honesto con uno mismo es lo mejor que puedes hacer para luego hacerlo con las demás partes implicadas, amar no es pecado aunque esta situación te hagan sentir como tal. Después de dar el paso y si le quitas la pareja a tu amigo puedes temer que te hagan lo mismo y eso ya es otro cantar para contar.