Llegó el tiempo

Llegó el tiempo ……..
En que las manos abiertas a la esperanza vuelan como palomas en los aires venturosos de la tierra hermosa donde cada año nace la Verdad, en esta Terra Chá, corazón de Galicia en la Navidad.

Llegó el tiempo……….
Cuando se hace realidad la Promesa; tiempo en que los rostros que estaban plagados de surcos, los hechos por la dura reja del arado del tremendo e inexorable Cronos, se allanan y vuelven tersos porque en ellos brota la perenne flor de la felicidad: La Navidad.

Llegó el tiempo………..
De saber que hace falta muy poco para sentir la verdadera dicha, solamente una luz de esperanza, un ramillete de amor, una caricia divina y tan sencilla como la vida misma; una tarde encarnada, encendida cual mejilla ruborizada, un “solpor” que es verdadero “mencer” y un amanecer muy especial que se llama….Navidad.

Llegó el tiempo……..
En que no hace falta buscar promesas que en ocasiones son palabras vacías y vanas porque ahora la palabra es realidad, nació El Niño, el que veo cada día en la sonrisa limpia de la grandiosa infancia y en los ojos de bondad incomprendida del inope.

Llegó el tiempo………
Que rompió las duras redes del materialismo, egoísmo y pasiones desbordadas y todo, gracias a que sopla la brisa que dulcemente mueve la vela de nuestras ilusiones y, con ello, nuestra barca vital se aleja de los duros y penosos acantilados y del canto de sirenas malignas y engañadoras.

Sin nada, pero con mucho amor, nos dirigimos hasta el puerto de Begonte, puerto de tierra adentro donde en ese Belén Electrónico encontramos unos brazos abiertos esperándonos para reconfortarnos en nuestro peregrinar.

Llegó el tiempo………
Bello instante en que la sed que no aplaca agua dulce alguna la sacia un sorbo en el hontanar de La Navidad. En que nuestras manos encallecidas por las asperezas del vivir se tornan suaves y delicadas con el tacto de la fraternal verdad, de lo que parece celúrico porque es espiritual, ese Belén de Begonte que semejade ensueño pero es, un sueño hecho realidad.

Llegó el tiempo………
En que los ojos por los arroyos de lágrimas de dolor lo son de felicidad , ya que en ellos nace la luz que se enciende en los corazones cada Navidad.

Navidad, nunca pasará tu tiempo, siempre estarás ahí mientras haya un corazón limpio y una mirada clara y pura que es el destello de la estrella de los más nobles sentimientos. Tiempo de Navidad, suma de breves instantes salvadores que no fenecerán nunca, que son eternos, imperecederos y como los copos de nieve dan calor al mayor frío.

No dejemos que pase nuestro momento, no permitamos con nuestra rudeza materialista que se vaya el mejor de los tiempos, el de Navidad.

Por siempre seguirá cantando algún mirlo en la higuera sin hojas de la vida, un “paporrubio” vendrá al alféizar de la ventana de la existencia a alegrar el invierno del vivir. Soplará el viento y con sus dedos de aire golpeará en nuestra puerta para que la abramos a la vida, ……. Todos, vivos o inertes, nos felicitan en singular manera para recordarnos que vivamos la Navidad.