Por un liberalismo español, gallego, honrado, cercano, humanista

Se acaba de celebrar un nuevo homenaje en honor de la constitución liberal de Cádiz. En mi opinión, en España (Galicia y resto de las autonomías) el liberalismo honrado, abierto, creativo y combativo, de juego limpio y profundamente humanista, no es lo que prevalece ni lo que se defiende a las claras en el campo político y en otros campos.

Creo que, incluso, en nombre del liberalismo económico y en otros campos, sigue habiendo una inercia politiquera, oligárquica, clientelar, señoritil, funcionarial; una inercia por medio de la cual se dice (por algunos, no muchos) defender el liberalismo, pero lo que se hace es otorgarlo desde arriba, desde escasos foros, fundaciones, etc., bastantes cerrados y señoritiles, convertidos, en bastantes casos, en plataformas de lanzamiento, distinción, y figuración, en plataformas de capital social “yo te doy, te pongo a ti, tu me das me pones a mí”. En mi opinión, sigue habiendo una inercia clasista-vanguardista-discriminatoria y que hace que los pocos lideres, grupos y fuerzas liberales que hay en España se muestren muy distantes y alejados de los ciudadanos, se les note bastante que no están dispuestos a bajar a la arena a compartir con los ciudadanos de a pié sus problemas y expectativas.

Hace unos años traté de que fuese invitado a Santiago de Compostela uno de estos lideres liberales, al que conocía por sus escritos e intervenciones en los medios y que ocupa un lugar destacado en España. Vino a Santiago y fue una gran decepción, pues, se comportó de forma absolutamente distante, señoritil, preocupado mucho mas por brillar él que por tratar de que las ideas liberales que decía defender tratasen de encarnarse, de divulgarse. Después vino algún otro liberal distinguido y fue mas de lo mismo. Por no hablar de las primas donnas.

Creo que en España, en todas y cada una de sus autonomías, municipios, etc., es necesario y urgente defender el liberalismo en el campo del debate de ideas, de las ideologías proclamadas; un liberalismo español que no sea rehén de lideres, grupos políticos, infomediáticos, económicos, corporativos, etc. Pero creo, también, que es tanto o mas necesario y prioritario plasmarlo, encarnarlo, institucionalizarlo y referenciarlo en la practica real. Para lo cual creo que es preciso que los ciudadanos, a escala local, provincial, nacional y en todos los campos sociales, tengan la posibilidad de saber en que consiste, de conocerlo, de verlo de cerca y saber como funciona, de vivirlo, de incorporarse al mismo por medio de las propuestas, de las iniciativas, de las convocatorias, de las aplicaciones liberales concretas llevadas a cabo por lideres, agentes, grupos y fuerzas concretas y desplegadas a todo los niveles y no solo por arriba y en plan señoritil, elitista, perdonavidas, etc...

Creo que es preciso ser muy humildes, honrados, rigurosos, trabajadores, imaginativos y combativos, por arriba, en medio y abajo, para encarnar, institucionalizar, socializar y difundir el liberalismo. Pero al mismo tiempo creo que hay que poner los medios políticos, económicos, infocomunitativos, personales, grupales, institucionales, referenciales y de acción para llevar el liberalismo y sus alternativas de forma eficaz a todos los ciudadanos y a todos los campos sociales. En mi opinión creo que los lideres y grupos, las fuerzas políticas, mediáticas, económicas, etc. que tienen mas medios y que dicen defender el liberalismo no lo están haciendo como debieran, no se están preocupando de mejorar su acción, presencia, representación y repercusión en los diferentes campos sociales. Por ello triunfan y se imponen en España (y otras partes), la politiquería y toda suerte de arribistas, de oportunistas, el todo vale, la democracia clientelar, amañada, nomenklaturista y de juego sucio.