El foro de la ciudad medieval
jueves, 13 de septiembre de 2012
Memoria de Lugo
Las Cortiñas de San Román. Fue el foro de la ciudad medieval
Por las excavaciones arqueológicas se sabe que el foro de la ciudad romana estaba entre las calles de El Progreso, Raiña, San Pedro y plaza de Santo Domingo. Las Cortiñas de San Román estaban en el territorio de la parroquia de Santiago, entre el Burgo Vello por el Oeste y el Burgo Novo por el Este.
El Foro de la Ciudad, citado en el documento de 1147, se refiere sin duda a las Cortiñas, que fue el foro de la ciudad medieval hasta la primera mitad del s. XVI, entendido como lugar de celebración de la feria, aunque hasta finales del s. XIX no perdió su carácter marcantil celebrándose en ellas los mercados semanales.
La ordenación del recinto ferial
La feria tenía su organización ocupando varias zonas del espacio destinado a su desarrollo, una ordenación que ya existía en el mundo romano y que es habitual para facilitar la compraventa, secciones especializadas en los distintos productos que concurren al mercado, como se deduce del documento del obispo don Pedro II (1098-1113) en el que se cita el Becerril, situado en la parte meridional de las Cortiñas de San Román, entre los muros del castillo y la casa del canónigo Pedro Diéguez, que sería el lugar en donde se harían las transacciones de los becerros.
Al SE de las Cortiñas, en la zona del becerril, estaba la capilla de San Román fundada por doña Julia, viuda de Gudivando, el 4 de noviembre de 1033. La iglesia, que fue consagrada por el obispo don Pedro I (1022-1058), se derribó a finales del siglo XVI para la construcción del colegio y seminario de San Lorenzo. También se encontraba allí la iglesia de Santiago, el pozo público, mencionado en un foro de 1466, el tabulatum, y la casa de la tulla donde el obispo recogía el grano que recibía de los labradores como pago por los foros de los casales y fincas rústicas.
¿Qué era el tabulatum?
Novo Cazón lo relaciona con el mercado pues considera que es la mesa de los cambiadores. También podía ser el tablón de anuncios en el que se colocaban los pregones una vez leídos en alta voz. Un pregón publicado el 22 de abril de 1622, día de mercado, se ordena darlo en las plazas de la ciudad y junto a las puertas, y se ponga fe en el tablero de haberse pregonado lo susodicho.
Pero la palabra tabulatum significa tablado. A este respecto resulta ilustrativo el estudio hecho por Jaime Delgado sobre el origen del topónimo de Taboada, que procede de Tabulata, tablada, de tablas, de las tablas con las que fue hecho un puente.
En el latín clásico no existía la forma femenina tabulata. Para significar tablado se usaba la palabra neutra tabulatum. Por tanto el tabulatum era un tablado o estrado, posiblemente el lugar en donde los alcaldes administraban justicia, pues sabemos que lo hacían en las Cortiñas, posibilidad que deducimos de la información que nos da Anselmo López Carreira, cuando dice que en la plaza del Campo de Ourense, sobre un estrado levantado en la esquina NO, instalaban los jueces la audiencia pública. Teniendo en cuenta que los usos y costumbres suelen ser universales, en especial los relativos a las instituciones, el tabulatum que en Lugo tenía la misma ubicación seguramente también tenía idéntica función.
Casas del obispo y del Cabildo
La Casa de la Tulla, estaba en el fondo de las Cortiñas, en la Rúa de Bermudo Sánchez [Conde de Pallares], junto a los palacios del obispo y el mercado, con facilidad para sacar el grano a la venta. En ella recibía los meses de agosto y septiembre las rentas que pagaban los labradores, por cargas de centeno, limpio de polvo y paja y por la medida utilizada en la ciudad. Hasta 1724 se utilizaba en el invierno el pavimento de una casa romana para poner los géneros de granos del mercado con comodidad por las aguas. Ya que permaneció de tierra hasta el primer tercio del s. XIX, en que se empedró.
La parte Oeste de las Cortiñas comunicaba con la catedral a través de la Rúa dos Cregos, en donde estaban las casas Das Degradas, Deogracias o de gracia, que por su ubicación y denominación, formarían parte de los
edificios comprendidos en el locus eclesiástico.
El Cabildo poseía varias casas en las Cortiñas. Sabemos que en 1307 arrienda una. En el último tercio del s. XIV y primero del XV, tenía una cortiña y dos casas pròximas a las barreiras do castelo de Lugo. Estas barreiras o defensa interior se reconstruían en 1374 por orden del rey. Las casas que habitara el canónigo Juan Fernández, las pidió el obispo don Juan Hernández (1307-1318) para ampliar su casa. En compensación ofreció la iglesia de San Román con sus pertenencias.
El rollo, símbolo de la paz y la justicia
En las Cortiñas de San Román estuvieron las llamadas Casas de la Feria, derribadas en 1571 para hacer las primeras Casas de Consistorio, mencionadas en dos foros de la segunda mitad del siglo XV, y el rollo, trasladado al barrio de San Roque en 1575 al pasar allí la feria. Era una columna asentada sobre una base escalonada provista de unas cadenas que pendían de una abrazadera de hierro colocada en la parte superior del fuste cilíndrico, destinadas a sujetar a la persona que era castigada con la pena de sufrir vergüenza pública.
Pero también se utilizaba para colocar la cabeza de los ajusticiados, picota, uno de los cuatro cuartos en que se dividía el cuerpo para exponerlos en los sitios más concurridos, a saber: la cabeza, el tronco, las extremidades superiores y las inferiores. También representaba el símbolo de la paz y de la justicia del mercado, por lo que es de suponer que el rollo estuvo colocado en todos los lugares en donde se celebró la feria. Estuvo en las inmediaciones de la Porta de San Pedro y se retiró a raíz de la publicación de la Constitución de 1812, que eliminó los señoríos.
De Abel Vilela, Adolfo
