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La unidad de quemados emocionales

martes, 24 de julio de 2012
El que huye del amor se ocupa de muchas cosas para no comprometerse y justificar que no tiene tiempo para una pareja.
Duro de corazón es aquel que después de habérsele roto varias veces y pegado otras tantas, se escuda en armaduras de acero con apariencia de elocuencia constante, quemado por tantas experiencias fallidas, amores traicionados, y ya no se cree nada, aparta de si mismo el hecho de ilusionarse o querer ir más allá con alguien, en definitiva no quiere volver a amar.

Estos son capaces de auto controlarse, solo ven defectos o prejuzgan cuando conocen a alguien. Besos vacios, no acarician, van al grano, no vaya ser que el hecho de sentir les haga despertar emociones momificadas que no deseen despertar a la vida. Les encanta el despiste, si se pueden dar conversaciones comprometidas cambian de tema. Solo piensan en su miedito y en lo programado que tienen su vida en su cabeza.

Apaga el incendio de la pasión

Si no quieres que el amor llame a tu puerta te puedes dedicar en cuerpo y alma a los amigos, no habrá que dar explicaciones ni broncas que escuchar de la pareja. El sexo se tiene cuando apetece, solo o acompañado pero sin afectos, puede servir el cibersexo que no te pedirá un beso después. Asumir una relación amorosa, implica para estos una disminución de la libertad o dejar de conocer a más gente. Cuando sufres unos desengaños, no quieres ponerte romántico, solo buscas la forma compulsiva de relacionarte con los demás para no pensar, sentir ni sufrir, evitando que cualquier chispa que pueda surgir con alguien vaya a generar un incendio pasional del que difícilmente se pueda escapar si no lo apagas a tiempo.

Sindrome de Burnout

El síndrome de BURNOUT es un estado de agotamiento emocional, físico y mental debido al cansancio psíquico o estrés que surge del trabajo, en este caso el de los quemados emocionales sucede algo parecido. Las personas que no quieren enamorarse y ponen todo el esfuerzo de su mente en ello, se ocupan de muchas cosas y no tienen horas libres al día, excusa perfecta para dar a los demás, amigos, familiares o en el trabajo lo máximo posible para no tener tiempo para las demandas emocionales que requiere una pareja. Sus recursos emocionales están agotados y suele estar siempre cansados. Son muy irónicos, y su mente les domina, en realidad quién escapa a sus sentimientos sufre fatiga crónica, dolores de cabeza, problemas con el sueño, y enfermedades psicosomáticas. Un factor ambiental que hace ser así suele ser tener un contacto continuo con personas negativas o depresivas, o cargadas de problemas, como son terriblemente sensibles se producen intensos sentimientos de amor-temor-compasión de forma repetitiva y constante, sufriendo en la propia carne las angustias de los demás, a esa sobrecarga emocional que no saben cómo canalizar se suma una sobrecarga de trabajo para tener así falta de tiempo que les impida barrenar en un posible amor evitando pasarlo mal en el futuro. Son entusiastas pero si no salen las cosas como programan se hunden. Su misión es: ignorar los sentimientos de los demás y sus necesidades, siendo fríos, indiferentes y egoístas. 

¿Qué hacer?

Entiende las señales que el universo te envía, establece fronteras entre los diferentes ámbitos de tu vida, apóyate en los demás sin ir de autosuficiente, eso no es sinónimo de debilidad. Si te proteges contra lo malo, también no dejarás que entre nada “bueno”. Tu terapia intensiva de congelación emocional hará que no sufras pero también que te pierdas vivir y no seas plenamente feliz. La clave está en sentirse afortunado de poder estar enamorado o llegar a conocer a alguien especial, ¿Cuántas veces te pasa algo especial en la vida? Toma conciencia CADA DÍA que haces lo que quieres sin condicionarte por miedos sin pensar si mañana se acaba o si durará 100 años. No hay dos experiencias iguales, y cada persona que pasa por tu camino te aporta algo diferente. Bertrand Russell decía: “Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos”. Niégate a ser alguien que no ame, niégate a tener miedo, quiérelo todo o no lo quieras pero no te quedes a medias sin sentir.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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