Perdón y amor
Aurensanz, María Eugenia - jueves, 14 de junio de 2012
Alma que te crees condenada
por el miedo y la desidia,
por la arrogancia y el orgullo,
de sucesos ya acontecidos,
que aún muestran sus heridas
de los que fuiste creador y víctima.
Despavorida huyes al nombrarlos,
condenada a vagar con el lastre
de un pasado sin futuro,
de un futuro sin presente,
ante la mirada atenta de unos ojos insondables
que no se atreven a escuchar
la verdad de un corazón herido.
Alma atormentada que vigilas el paso de los días,
suspirando por el encuentro de la calma,
hallarás el consuelo en los ojos del amor,
faro que iluminará tus penas.
Sólo tienes que recordar lo que eres,
alma, esencia divina, llena de amor;
no hay cabida para el tormento,
sino para la paz, el sosiego.
Déjate llevar, déjate guiar
por la luz amorosa del perdón;
abre tu corazón
y, te abrazará el consuelo.
Aurensanz, María Eugenia
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