Hacienda perdonó sus deudas al fútbol profesional
Rodríguez, Xerardo - lunes, 30 de abril de 2012
Autodefinición de crucigrama: Guapo, rico y juega bien.
¡Futbolista!
Acertaste. Otra, pero con solo cuatro letras: es una S.A., con dueño y accionistas, que se acoge a eso que llaman Ley Concursal para no pagar ni a Cristo, pero sí a los cristianos
Club.
Efectivamente. Los futbolistas cobran. Los clubes solo pagan a los futbolistas y a los que miman a los futbolistas. El resto no cobra
Esta vez llegó el ministro de Deportes- y descubrió la pólvora:
La deuda de los clubes de futbol con Hacienda es de 700 millones de euros.
Lo dijo el tío con una sonrisa en los labios, como si fuese una gracia. Lo contó rodeado de chupópteros, especie que yo creía desaparecida después de cerrarse aquel ciclo de radio, Super García en la Hora Cero.
Se lo detalló a los periodistas para que estos a su vez hicieran público el asunto y así darle otra patada al prójimo que ya recibió bastantes, en lo que va de Liga
Aunque lo mejor de todo fue el epílogo, el final de eso que todos llaman rueda de prensa cuando, en realidad, es un monólogo y no precisamente del Club de la Comedia
Hemos llegado a un acuerdo: los clubes pagarán la deuda en cómodos plazos que finalizarán en el año 2020
Oiga, pero eso
No estoy diciendo que le perdonemos lo que deben, solo les damos facilidades para que paguen.
Si te das una vuelta por las biografías de los dueños de los clubes de fútbol de España, de Primera y Segunda División, te darás cuenta de que ellos también son los Mercados. Es decir, gente rica que hace subir y bajar la bolsa, los de la burbuja inmobiliaria, los que influyen en las primas de riesgo y los inversionistas. Hay incluso algún condenado por corrupción, pero solo es presunto porque recurrió la sentencia.
Sr. Ministro. Mire, ya sabemos que usted es un recién llegado, pero salvo en el caso del Barsa, el Madrid y creo que el Bilbao, que son sociedades deportivas, es decir, económicamente sostenidas por sus abonados; el resto de los clubs son sociedades anónimas, tienen dueño, accionistas y funcionan como empresas
Como empresas deportivas, dirá
No, como empresas que hacen negocios vendiendo y comprando jugadores. Empresas que juegan con los sueños de millones de personas que siguen, incondicionales, a su equipo y lloran cuando los eliminan de la Copa o ven de cerca el túnel del descenso
Bueno, son empresas singulares a las que hay que ayudar para que no quiebren
Para eso ya inventaron la Ley Concursal, ya les condonaron dos veces más sus deudas y aún encima reciben subvenciones de los ayuntamientos, las diputaciones y las comunidades autónomas.
Es que el fútbol es de interés general
Eso sí, de pingües intereses generales que hacen más poderosos a los oligarcas de la comunicación, que son los que cobran el pago por visión.
Cualquier empresa de este país que deba lo que el más modesto de los clubes de futbol debe a Hacienda
o paga o le embargan de inmediato, que es tanto como decir en tres meses.
Yo creo que la gente tiene que saber que el futbol profesional como subrayan desde ese club financiero que es La Liga- no es un deporte; es un gran negocio. Y el aficionado, es decir, el cliente, ni siquiera tiene los derechos mínimos del consumidor.
Por lo tanto, las empresas que participan en el futbol profesional no deben de gozar de ningún tipo de privilegios y mucho menos recibir dinero o prestaciones de servicios por parte de los estamentos públicos, ya sean estatales, autonómicos, provinciales o municipales.
La Comisión Europea está investigando ese tipo de prestaciones en España y será el próximo escándalo extradeportivo al que nos enfrentaremos en el ámbito internacional. Ya lo veréis.
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Rodríguez, Xerardo
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