
Como cada mañana leo los titulares de los periódicos más relevantes del panorama nacional. Y la verdad es que no he podido permanecer indiferente ante la noticia de que Islandia triplicará su crecimiento este año tras encarcelar, tanto a sus políticos, como a sus banqueros.
Sin ningún género de duda Islandia fue un ejemplo para todos los países que están sufriendo la crisis por los excesos del sistema financiero y a causa de una mala gestión política. Los islandeses no se lo pensaron dos veces, salieron a la calle y tras múltiples protestas y movilizaciones contra los banqueros y políticos, éstos acabaron en la cárcel.
El pueblo fue el impulsor del cambio, de la mejora del país. Nada ni nadie les paró. Tanto que empezaron a redactar una nueva Constitución hecha por ellos y para ellos. Gracias a la valentía de sus ciudadanos este país está saliendo de la crisis. El pueblo rechazó la posibilidad de rescatar a los bancos arruinados y dejaron caer a todos los culpables. Por una vez el pueblo no pagó las consecuencias ni se convirtieron en víctimas ante la falta de ética y responsabilidad, tanto de sus gobernantes, como del sistema financiero.
Muchos otros países europeos y víctimas de la crisis no pueden decir lo mismo. Como por ejemplo el nuestro. Que muchos años de recuperación económica le quedan para volver a ser una sombra de lo que fue. Aunque muchas veces hemos escuchado, por raro que parezca, que las crisis significan oportunidades, esperemos que España sea un ejemplo de ello.