Aprende a dar más allá de la gratificación

El amor altruista implica entrega sin exigir nada, anteponiendo la felicidad del amado a la propia.

El amor mueve el universo donde hay muchas personas que sacrifican su vida por otra a la que aman, éste es su objetivo y está por encima de cualquier necesidad personal. Experimentar cualquier relación humana es el fundamento de la existencia para ser más plenos como seres donde deberíamos aprender más sobre el amor y cómo aplicarlo en nuestras vidas, ya que lo necesitamos al igual que; comer, beber, respirar y dormir.

Generalmente se busca a alguien que nos ame y así entonces, solo así lo queremos o también podemos querer amar a alguien para sentirnos bien con nosotros mismos. Pero a muchos le cuesta alcanzar el verdadero amor, sentirlo y lo que es mejor disfrutarlo en su máximo esplendor, ya que viene acompañado de algún dolor intenso que no a todos les convence por pasar.

"Ama a tu prójimo como a ti mismo”, significa que el verdadero amor altruista no surge del cuerpo sino del alma, es un acto Divino que alimenta el alma de otra persona tanto como la nuestra, elevándose por encima de las propias necesidades para conectarse con el otro. Esta forma de amar tan pura la conocen muchas madres, solo ellas que no ponen condiciones y dejan a un lado sus deseos y necesidades por sus hijos, lo dan todo sin pedir nada a cambio.

Condicionamiento egoísta

El amor egoísta es con condiciones para que tus necesidades estén satisfechas, y si no son cumplidas, se termina rechazando a esa persona y buscando a otra, disfrutando siempre de relaciones pasajeras. Este condicionamiento egoísta se disuelve cuando tus condiciones no se cumplen. Una persona dominante tiende a necesitar constantemente seguridad, cuidado y aceptación sino lo encuentra, castigará de alguna forma al contrario, enfadándose, ninguneándolo o si siente que da más de lo que recibe dejandolo de amar.

El amor sostiene nuestra alma

Sin amor, sería imposible vivir en paz, tratar a cada cual con la misma compasión que nos gustaría recibir y compartir nuestra alma con otro. Muchos están dispuestos a amar pero debido a los múltiples golpes y decepciones de la vida se aprende a no confiar en los demás, la única manera de dejarse ir y ser vulnerable es abriéndose a las posibilidades del verdadero amor confiando en nosotros mismos y amándonos. Pero ¿realmente quién eres? No busques afuera ya que si estas en conflicto contigo mismo no puedes alcanzar el amor con otro.

Nos pasamos la vida buscando amor: el primero el nuestros padres, luego el de los hermanos, amigos, compañeros de colegio, profesores, de nuestro ambiente en general, pero solo al madurar empezamos a buscar el amor de un extraño, que muchas veces se piensa que por el hecho de firmar un contrato mediante el matrimonio se volverá un socio de por vida y no siempre es así.

Renueva tu forma de amar

Todos los amores son diferentes pero reflejan lo que hemos aprendido desde pequeños, cada cosa o ser que se cruza en nuestro camino son dignos de respeto y están ahí por algo más profundo de lo que piensas. Ayuda a quién quieres, a volverse la mejor persona posible, aceptándola y apreciándola como única.

Aprende a amar de una manera nueva, sin excluir nada de ese ser, en este siglo parece que solo avanzamos tecnológicamente pero nuestras relaciones personales están muy bloqueadas y dañadas. Ama sin envidias, luchas o enfrentamientos y con intensidad.

Las ventajas del DAR

Dar produce más felicidad que recibir, una persona le da a otra lo más precioso que tiene que es su propia vida, lo que está vivo en él, su alegría, intereses, comprensión, inteligencia, humor, penas, todo lo que representa y se manifiesta de lo que está vivo en él, al dar así enriquecerás al otro. Dar implica compartir y crear, algo hermoso nace en el acto de dar, los involucrados se sienten agradecidos a la vida que comienza a nacer para ambos y ven como el amor produce más amor, confluyendo en un fluir incesante de felicidad ilimitada.