Prohibido rebatir

A ver. Primero que te queden claros algunos conceptos.

Yo soy del Celta y si acaso, del Depor. Y luego de todos los equipos de esta mi Tierra. Pero, eso sí, mi afición al futbol no llega muy lejos. Soy solo un poquito forofo. ¡Ah! También me gustan “Os Dragoes” de Porto por proximidad geográfica.

Y sobre todo me encanta el Portugal amigo; es decir, ese al que bauticé un día como “Portugalia” por los lazos culturales que nos unen a pesar de las viejas batallas.

Lo puntualizo porque ya me acusaron antes de antiportugués, por criticar lo censurable de ese “personajillo endiosadito” que parece el dueño del Real Madrid y –tiene razón Guardiola- es el “puto amo” de la sala de prensa.

Permíteme que te cuente como funciona una rueda informativa de las de ahora, que ya nos vale. Nos sometemos a las normas del club. Siiiií, los periodistas, esos que hace tiempo éramos, decían, “el cuarto poder”.

Las normas las fija el jefe de prensa que a su vez concede las “acreditaciones” para cada comparecencia. Hay un turno prefijado y tu solo puedes formular una única pregunta para tu medio. No existe la repregunta. El compareciente te la contesta si quiere o si le apetece te toma el pelo. Y en el caso que nos ocupa, hasta te utiliza.

Por eso el actual periodismo deportivo solo es practicable por los muy forofos. Los clubes –al menos los llamados grandes- tienen sus voces y sus cronistas. Incluso sus cámaras y sus fotógrafos. Llegan al extremo, algunos, de tener un canal de televisión propio.

Te preguntarás…

—- Pero entonces… ¿Quién rebate las respuestas de Mourinho entrenador cuando dice algunas de sus intencionadas tonterías de esas que caldean el ambiente?

—- Nadie. Rebatir no está permitido en “su sala de prensa”. Si tu medio te lo consiente, puedes ponerlo a parir a posteriori pero nunca entrar en diálogo… El periodista constata pero no objeta… Escucha, pero ni siquiera puede preguntar “porqué”.

Por eso, a mi entender, tienen más interés los comentarios que aparecen en las redes sociales que lo que cuentan algunos “prestigiosos” diarios deportivos, digitales o de papel.

Mourinho desquicia el entorno futbolero pero nadie cuenta el por qué… si quiere estar en su sala de prensa.

La verdad es que un tipo que mete un dedo en el ojo de un rival no merecería ni estas humildes líneas ni mucho menos la atención de los grandes medios. Pero, a ver si me explico, es que alguien tiene que decirle que es un botarate por muy buen entrenador que sea y que no puede enviar a sus mensajeros para que hagan sonar tambores de guerra en un deporte que requiere juego limpio, mucho juego limpio.

La última fue despreciar a su rival mediterráneo, al Barcelona, diciendo que solo había ganado “dos partidillos” en un torneo en el que participan los campeones de cada continente, es decir los que ganaron las “champions” del planeta.

También te preguntarás…

—- ¿Por qué un forofito como tu escribe en una sección seria un tema tan banal?

—- Simplemente por un incidente que contó la radio generalista desde Barcelona…

“El “mourinhismo” encendió esta vez los ánimos de tal manera que un bar de San Feliú de Llobregat quedó destrozado tras una pelea entre dos seguidores del Madrid y cinco del Barsa. Tres de ellos terminaron en el hospital…”

—- La noticia no la contó un redactor deportivo si no el de sucesos. Y a mí ya no me parece un tema tan banal…

Como tampoco me parece tan buen entrenador aquel que arenga a sus jugadores con la machista frase de…

—- ¡El futbol es un deporte viril! ¡La próxima vez hazle falta, carallo!