No se calle, Majestad
Rodríguez, Xerardo - martes, 20 de diciembre de 2011
No sé por qué, Majestad, pero lo cierto es que le están llevando a usted al huerto los plebeyos de la familia y eso incita a los republicanos de toda la vida, a intentar de nuevo la toma del Palacio de Oriente, como gritaron hace unos días en Madrid.
Con todos mis respetos, Señor. Las dos niñas le han metido en casa a una tropa que no estudió, como el príncipe y las princesas, para ser miembros de una Real Familia. Y ahora tiene usted que andar con mentidos y desmentidos si sus hijos son estos y si aquellos también, pero no tanto
Su Majestad sabe bien que España es Juancarlista, aunque muchos como yo, ni eso; porque no nos parece ni moderno ni aceptable esto de que se herede la Jefatura del Estado, aunque eso de ser jefe a usted, Señor, ya sabemos que no le va mucho.
Pero que no eche usted a patadas del Palacio de la Zarzuela a ese chico que jugaba tan bien al balonmano, cuando dicen que evadió capitales, le acusan de malversación de fondos y de otros delitos relacionados con el tráfico de influencias
permítame que se lo diga, no es propio de un Rey. (A no ser que el Rey y la Reina protejan a su niña
)
Urdangarín debería dimitir él mismo como miembro de la Familia Real por el mero hecho de ser presunto, que ya sabe usted que, a veces, hasta los ladrones tienen decencia.
Pero no lo hizo; él solo le echó la culpa del daño causado a las informaciones que no a sus actos; por eso no basta apartarle de los actos oficiales y calificar su conducta de no adecuada.
Debería usted echarle a patadas de la Familia a pesar de ese Real Decreto de 1981 que establece su Registro Civil; le recuerdo que por unas cuantas cositas menores mandó usted a la calle al otro crápula. Porque a estas alturas le supongo enterado de que ya le suspende hasta el prestigioso CIS; aunque, eso sí, por los pelos, con un 489
Majestad, ¡Tendría usted que arreglar esto!
Si es verdad una última hora que me pilla a contrapié parece que lo deja usted para después de las Navidades. Supongo que nos anticipará algo en su discurso de Nochebuena. Si así es, tenga en cuenta que el divorcio no es más que la extinción de un contrato.
Le digo todo esto, Señor, porque a pesar de las fotos del Hola, la experiencia histórica de esta vieja y cansada Europa es más positiva con Monarquía que sin ella; y así está escrito. También se escribió en alguna parte que las repúblicas de ahora no son como las de antes; vienen más frívolas y volubles y algunas incluso folklóricas.
Pero no se calle, Majestad. Que, ya sabe, el silencio es como el viento: atiza los grandes problemas y no extingue más que a los pequeños (Elsa Triolet).
Después de lo escrito: Lo de contarnos ahora en que se gastan ustedes los ocho millones y medio de euros que tienen de presupuesto está muy bien, pero infórmele al personal que son limpios de polvo y paja, es decir, sin gastos de mantenimiento ni de seguridad ni de viajes. Que puede que esa cuenta, ministerio por ministerio, sea muchísimo más grande.

Rodríguez, Xerardo
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