Corazón y alma

Lo siento, sólo sé escribir sobre las grandes cosas, pero, no poseo las palabras oportunas para expresar esas grandes cosas. Discúlpenme por la aparente grandiosidad de mi conocimiento, sólo es presunción. Lo que si quiero decirles es que las grandes cosas, salen del alma, del corazón y no del conocimiento, que sólo es información utilizada adecuadamente, inteligencia en suma.

El corazón y el alma son entidades puras que están enriquecidas con todos los poderes del conocimiento y además dotadas de amor, fantasía, ilusión... multitud de aspectos que les son inherentes a su condición. Por eso, no hay mayor dolor que cuando esas entidades sufren, porque es un sufrimiento desgarrador, una pérdida de voluntad, de vida.

Por ello, quiero hablarles de ese dolor. Me gustaría ser poderoso y hacer lo que hay que hacer, pero soy un simple ciudadano que busca razones para entender por qué a uno no se le da la posibilidad de demostrar su valía, su competencia y habilidad, de un manera digna.

Me siento abatido al no entender el por qué nos basamos la mayor parte de las veces en acuerdos que nada tienen que ver con la petición de observar y corroborar lo que la naturaleza ha determinado. Los que tienen el poder siempre tienen la sartén por el mango, esto demuestra lo que decía Aristóteles, los hombres no son naturalmente iguales, unos nacen para la esclavitud y otros para el mando. Esto se mantiene así por cobardía y yo lucho hasta la última gota por demostrar la valía y la competencia de alguien y es aquí donde el corazón y el alma intervienen con la fuerza de un cíclope, para luchar, evidentemente, no de una manera física, pero sí, con la ilusión y la esperanza.

Es posible que obvie que la propia naturaleza de las cosas no siempre se fundamente en la razón y por ello no lucharé como un súbdito con ella contra la autoridad del soberano sino con la ternura y templanza del alma y del corazón y aceptaré si se produce la derrota con la placidez y honradez de su magnificencia.

No sé si actuar así me convierte en una persona ablandabrevas pero, yo soy así desde ab initio.