Cuando uno vuelve de una semanita de relajación lo que se imagina es que cuando llega todo, por arte de magia, va a ir mejor. Las flores huelen más, los ríos están más limpios, todo el mundo es mejor persona, y Orozco trabaja algo. Pues nada, no sólo no pasa eso sino que encima vamos a peor.
Justo antes de marcharme hice una foto, que les pongo a continuación, de los escombros que la empresa contratada por el Ayuntamiento apilaba alegremente contra nuestra Muralla Patrimonio de la Humanidad, esa de la que mañana, que toca aniversario, nos hartaremos de oír sus virtudes, pero que en el día a día está bastante apaleada la pobre. Que la Muralla sea un apoyo para Lugo creo que no vale para hacer esto. La idea es otra, me parece.
¿Se imaginan la multa que le caería a un particular si osara a hacer tamaña agresión a nuestro principal monumento? ¡Si casi te multan por toser cerca de la Muralla sin poner la mano delante! Bueno, si eres propietario de algo que esté remotamente cerca, claro. Si eres un vándalo que la llena de pintadas, o que se carga la iluminación te quedas tan tranquilo. O si le metes una roza de 20 metros en la base para hacer un edificio pegado tampoco te hacen nada siempre y cuando tengas el aval de un par de organismos públicos.
Pues once día después, la situación, lejos de mejorar, va a peor. Ahora hay de todo: máquinas, tablones y elementos varios
además de los escombros que ya había antes, claro.
Todo esto se debe a que están reurbanizando la Plaza de O Cantiño. Cuando decimos reurbanizar en Lugo desde que está Orozco nos referimos a cargarse un rincón agradable para convertirlo en una especie de cementerio futurista. Como ejemplos dignos de mención tenemos el paseo de las lápidas de la Plaza de España, la llamada Plaza Inútil (oficialmente Horta do Seminario), o más recientemente la barbaridad de San Marcos y aledaños.
Tengo que buscar por ahí, pero si mi memoria no me falla O Cantiño había sido reurbanizado hace no demasiado, pero bueno, en Lugo ya se sabe que hay que levantar una y otra vez las calles que tenemos más cerca del Ayuntamiento para que haya sensación de movimiento por donde más gente pasa, que es lo importante. Que haya barrios de Lugo sin aceras es irrelevante, lo chulo es dejar la huella en el casco histórico.
No me entiendan mal, soy un firme defensor del centro de la ciudad, y creo que ha de estar siempre en estado de revista, ya que los generales (que serían los turistas en esta ingeniosa metáfora, perdonen la inmodestia) pueden venir en cualquier momento y, cámara en mano, dejarnos en evidencia. Esperemos que no pasen por San Pedro y vean la basura apoyada en la Muralla, que eso queda muy feo.
