El arte de la ficción, una industria

En la Semana del Cine Español de Pekín dos gallegos compartieron cartel con Almodóvar y con Alejandro Amenábar. Por un parte Rodríguez Cortés, con “Buried” y de la otra Miguel Anxo Prado con “De profundis”. Esto nos demuestra que el cine gallego de animación goza de buena salud.

Para unos es una anécdota, pero para la mayoría de los que se mueven en el entorno del cine que hacemos aquí, esto aumenta nuestra necesidad de convertir el arte en industria.

Y esto, si se suma al cine la ficción televisiva, puede resultar una realidad, una vez superado el actual momento de dificultades económicas por las que atraviesa el sector, motivadas por una crisis que ataca, en primer lugar, a la cultura.

La teoría de quienes trabajan en ficción, la más difícil de las artes, es la de que “nadie mejor que nosotros mismos para realizar el gran spot del país”, pero tenemos qué conseguir que esa historia que contamos llegue al gran público a través de una buena distribución.

En los últimos tiempos asistimos, ya no tan asombrados, al éxito de nuestros actores y actrices más conocidos en la gran y en la pequeña pantalla; y además, si nos sentamos a ver los Goya, esos “oscars” españoles últimamente bien prestigiados, nos suenan como nuestros muchos de los nombres de los premiados: productores, músicos, directores de fotografía…

Aquí ya hay de todo y de todo somos capaces, como queda demostrado en la última década, en la que, en Galicia, se produjeron buenas películas y grandes series de televisión.

La ficción cinematográfica o televisiva es un arte que une algunos de los aspectos más dificultosos de la creación; como es la fusión de la creación literaria, con la fotografía y la interpretación. Por eso resulta tan complicado el éxito y tan cara su concepción.

Dicen que el cine y la ficción que aquí se hacen son uno de los principales focos creativos de la modernidad gallega, como en su día lo fue la moda. Y es uno de los sectores mejor posicionados para crear riqueza y exportar un buen producto.

Además, tiene su base artística en las artes escénicas.

El teatro es una de las más tradicionales expresiones culturales gallegas desde tiempos inmemoriales; y el vivero más importante que tiene hoy por hoy la interpretación.

Galicia cuenta con una compañía pública estable, el Centro Dramático Galego, cuyo último éxito es “A ópera dos tres reás”, con dirección de Quico Cadaval y Luís Tosar de protagonista.

Pero funcionan además locales alternativos y compañías independientes de gran aceptación popular, del que “Teatro Ensalle”, de Vigo, es el mejor ejemplo.

“Ensalle” son todo un referente de teatro contemporáneo, de carácter vanguardista y alternativo, en España. Pero también la más internacional de nuestras compañías, con grandes éxitos reconocidos en Argentina, Uruguay, Chile y México, a donde viajan todas las temporadas.

Esta compañía destaca tanto por su nivel artístico como por la visión crítica de la sociedad actual, a la que transmite ideas y valores que se nos están escapando en el momento que nos ha tocado vivir.

Ellos logran que la cultura sea una herramienta de progreso y para conseguir una mayor efectividad crearon la Asociación de Amigos del Teatro, para que les ayuden a subsistir en la más difícil etapa de la historia del género dramático.

No cabe duda que las artes escénicas y cinematográficas tienen futuro en Galicia, tierra de grandes creadores que a lo largo de su historia ha sabido exportar premios nobeles, pintores geniales y maravillosos poetas.

¿Cómo no va a ocurrir lo mismo con el arte de la ficción?

Esa nueva TVG que están preparando los señores diputados en el Parlamento de Galicia debiera de tener en cuenta, antes de tomar decisiones drásticas y sin matices profesionales, que en torno a la tele pública hay una vida laboral nacida de la ficción, una industria que puede crear más puestos de trabajo que la moda, por poner un ejemplo que siempre he defendido.

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