Una buena terapia para el CANCER

La actividad sexual aporta calidad de vida, al enfermo hay que preguntarle sobre sus necesidades para paliar sus preocupaciones

Vivimos tan deprisa que a veces nos olvidamos de lo que tenemos y solo nos fijamos en lo que nos hace falta. Cuando falta la salud, es cuando verdaderamente tomamos conciencia de lo que deberíamos haber disfrutado o en que cosas no tendríamos que haber perdido tiempo en preocuparnos. Seas joven o mayor, te cuides mucho o poco, la vida puede sorprenderte, sin que te lo hayas buscado con una enfermedad, como por ejemplo el Cáncer. El shock emocional es terriblemente fuerte. El cáncer afecta al comportamiento sexual en muy alta proporción. Para muchos es sinónimo de muerte, deterioro o dolor. Tratar de sexo en la consulta del oncólogo o del cirujano, se deja a un muy segundo plano o simplemente nunca se pregunta, ya que es suficiente con poner toda la energía en pensar; “quiero superar la enfermedad y quiero vivir”. El cáncer y sus tratamientos de quimio o radioterapia pueden afectar al sexo, pudiendo producir problemas físicos y alteraciones de la imagen corporal. La depresión que suele ir acompañada genera sentimientos como: miedo, angustia, tristeza, que interfieren en una respuesta sexual habitual. Si tenemos demasiados prejuicios o desinformación, podemos pensar que es erróneo tener sexo si estamos con un proceso cancerigeno. El cáncer, no es un ITS (Infección de Transmisión Sexual) y no se contagia ni se transmite a través de las relaciones sexuales, tener actividad sexual no tiene por qué perjudicar al enfermo ni reactivar la enfermedad si no hay dolencias físicas y no hay otro tipo de contraindicaciones. Ante cualquier duda, se debe consultar con el oncólogo sin tapujos ni miedos.

Física y química
La imagen corporal queda tocada y desciende la autoestima, los tratamientos alteran a las hormonas y a nivel neurológico que influye en la respuesta sexual.
La sexualidad anterior al proceso y la relación que se tenga con la pareja es importante para predecir el comportamiento durante la enfermedad.
El deterioro físico es variable, ya que depende del momento en que se encuentre la evolución, la localización tumoral o el pronóstico, para poder evaluar sexualmente al enfermo oncológico. El deseo sexual desciende en todos los enfermos con cáncer y más si son de larga evolución, ya que el agobio de pensar en lo que va a pasar afecta a cualquier ilusión erótica-festiva. La erección en el hombre y la lubricación vaginal en la mujer, no será la misma y más si lesionaron estructuras biológicas o si la zona afectada es la reproductiva. El retardo del orgasmo puede ser puramente psicológico y tiene solución. Es normal tener una inhibición del deseo sexual, con trastornos en la excitación y el orgasmo ya que va muy ligado al estado emocional que éstos tengan.

El cuidador “amoroso”
La sexualidad forma parte del comportamiento humano, y representa uno de los pilares en la vida de la pareja. Si a lo largo de la vida en común se ha gozado de alegrías con intensidad, el que cuida con amor, es el que debe aportar más equilibrio a la otra parte. Si aparecen diferencias lo mejor es hablarlo con sinceridad, nunca se debe dejar de lado la comunicación con la pareja, hay muchas formas de obtener placer y llegar al éxtasis mediante la masturbación o sexo oral. Si tu pareja está enferma demuéstrale cariño, amor, y ten paciencia con sus cambios de comportamiento sexual. Sacarle importancia y bromear, es una buena terapia. Tocar, acariciar, abrazar, a veces puede ser más que suficiente ya que demostrarás que lo amas. Solo con besarse ya aumentan las defensas. El sexo es el mejor antidepresivo y su efecto calmante, relaja a cualquiera, el afecto y el AMOR son los mejores fármacos frente al estrés o ansiedad de muchas enfermedades.