Deseos en la niebla

En tiempos tuve todo sin sentirlo, lo dejé, ahora, no tengo nada, lo siento y no me deja.
Ese todo no era nada. El nada, ahora, es todo.
Como milagro, en desierto, hice un naranjal, de naranjas, rosas rojas, de ellas, esmeraldas puras verde de esperanza.
No hice joyas, ¡no!, solo un monte par querer, de llenar con su luz mis ojos, mi boca de sonrisa, mi corazón de amor, mi mañana alegre, mi nada es tan grande, que sin querer, lo transmito a los demás.
Alguien me dijo, que alrededor de mi cabeza hay un aura de luz, irradia fuerza magnética, que ayuda, quien esta triste.
No puedo asegurar si es verdad, no la puedo mirar.
Quisiera que lo fuera, era bueno, ¡cuanto daría por ver la gente feliz!
Me quejo, me revuelvo, me siento triste; pero, es por poco tiempo, algo en mi me da siempre fuerza, lo que es no sé.
Siento vida en mi, ganas de hacer naranjales de naranjas, rosas de rosas esmeraldas, hacer un montecito y con las manos echarlas a todos mis amigos sinceros, ¡me gustaba tanto, ser algo bueno! Llegar a todos y regalar vida, ganas de luchar, por sus sueños, despertar los dormidos de su sueño malo, de que no pueden conseguir ser felices.
En medio de la palabra crisis, moderna e insistente, no me afecta, yo no la tengo, ni dejo que me aplaste, al revés, lucho por no hacerle caso.
Nosotros somos la crisis, dejamos que manden en lo que es nuestro, como anestesiados, en una camilla de una sala de intervenciones quirúrgicas. Nada, no vamos por ese camino, al revés, inyectarla en ellos, es lo que tenemos que hacer y rápido.
Vamos a coger esmeraldas verdes de esperanza. Vamos a estirar las espaldas. Vamos a crecer firmes, sin miedo, enfrentar, sin armas, solo con nuestro orgullo y mostrar que somos más que la crisis.
El mañana a Dios pertenece. El mañana somos nosotros. Nosotros somos lo que Dios quiera, que, seguro, será lo mejor.
Que cada uno plante su naranjal, lo transforme y viva feliz.
Cuanto más miedo quieren meter en mi, más esmeraldas cojo. Sé que la esquina, está cerca y todo volverá a ser distinto.
Corazón pequeño, enorme en coraje. Cuerpo frágil, inmenso de fuerza. Cabeza confusa, atenta y limpia. Así adelante voy, así vivo, así hago la diferencia.
Como la tierra, tiemblo, pero no acabo. Como inundada por ríos en furia, no me ahogo.
Soy rebelde hasta lo exhaustivo. No bajo mi cabeza, nunca.
El nada es todo. Eso soy yo.