Esperanza "horrible"

Jamás escribí para denunciar a un político, ni siquiera a alguien de tan mala memoria, desde mi perspectiva, como Franco. Pero llega un momento en que uno ha de exponer la opinión que le merece alguien tan demagogo, tan oportunista y falso como Esperanza Aguirre. Hasta tal punto la veo mentirosa que, en su momento, la “bauticé” con lo de “La Horrible” y no crean que sea yo sólo quien se lo llama. Y todo tiene su historia.

Hará unos veinte años aproximadamente cuando fui invitado por mi buen amigo el pintor Dalexo a una exposición en la Junta Municipal de Moncloa en Madrid. Era los tiempos en que ella era concejala, creo que de cultura, en el Ayuntamiento. Allí alguien –no recuerdo quien fue, posiblemente el propio Dalexo-con dotes de futurólogo me dijo que iba a llegar alto en la política. Pero a mí lo que me importaba realmente en aquel momento era ver lo perfectamente pintadas que estaban las zapatillas y la puertas por un pintor que crea el arte con los muñones, porque había perdido los brazos a consecuencia de la explosión de una bomba en la postguerra. Siempre me interesaron más el arte y los amigos que las ambiciones de una señorita de la jet.

Pasado el tiempo, me enteré que era concejala de Medio Ambiente. En un país serio es una concejalía importante, aquí sólo un cargo honorífico reservado para los inútiles de la política. Véase ahora mismo a Ana Botella. Ahí están los “éxitos” y la contaminación,-estos días la prensa hablaba de Madrid como la ciudad en que se rebasa la contaminación por ozono, trece veces este verano- que no se combate por falta de una política rigurosa y eficaz. Pero la política es así de mentirosa, y por eso, a los que no valen, al contrario de cualquier otra actividad humana, se ascienden. Y ya la tenemos, nada más y nada menos de Ministra de Educación. Nada más y nada menos que a la altura de Jovellanos.

Cualquiera que haya trabajado en la educación-yo he pasado casi cuarenta años-sabe perfectamente que la educación en España, no cambia, sólo la decora el partido en cuestión y, si bien muchos defendemos su interés público, otros como Esperanza sólo buscan favorecer los intereses de los grupos de presión del que suelen formar parte negociantes de muy diverso pelaje. Personas que sólo necesitan contactar con mandamases para repartirse sin pudor alguno el presupuesto de un ministerio que siempre debiera de ser prioritario en inversión y control del gasto. Gasto que debe revertir en los contribuyentes, no en incrementar los patrimonios allegados o de amigos.

Y por eso, porque sabe “hacerse amigos”, el partido la presenta a Presidenta de la Comunidad de Madrid. Y gana porque en este país abundan los Tamayo, los Vázquez y aquellos corruptores y corruptos que venden su voto, los constructores que quieren recalificar parcelas, sí, los mismos que manejan pasta y pasta. Sí, aquí hay mucho Pocero. Y vuelve a ganar porque se dedica a “granjearse” la simpatía de periódicos; usa Telemadrid, no como televisión autonómica, sino como órgano de propaganda, al mejor estilo del partido único. Prietas las filas.

No importan los casos de corrupción como el Gurtel o el del espionaje. Aquí nos hemos habituado a que nos roben con impunidad y después como premio los votamos.¿ Entienden ahora porque le encuentran tantas pegas a estudiar educación para la ciudadanía? No interesó nunca que la gente piense y exponga sus inquietudes y tenga conciencia cívica. A ese o se compra o se desprestigia.

Y gobierna, practicando el nepotismo, pero gobierna. Erigiéndose en la líder de una extrema derecha que no gusta ni a Rajoy, pero aupada por la desesperación que causa la crisis económica y el paro. Y siempre encuentra una parada de Metro que inaugurar, aunque para eso invite a la Pantoja.-¿se han dado cuenta ustedes de la cantidad de famosillos que están siempre en donde hay, aunque luego les surjan problemas con la justicia? –y mientras tanto, destruye todos los servicios públicos básicos y niega su eficacia con la más cínica sonrisa, incluso se atreve a decirle a usted que es mentira eso de la listas de espera. Y a usted se le queda cara de gilipollas cuando tiene delante la cita para dentro de cuatro o cinco meses, aunque tenga el peligro que sea. Es su táctica: hacer que las cosas no funcionen para así darle el servicio a Capio, Eulén, Florentino Pérez o la madre Margarita de Singapur. Lo que ellos llaman liberalismo económico y para mí no deja de ser choricismo político. Precisión que requiere el hecho del respeto a muchos auténticos liberales.

Esa es Esperanza la que gana las elecciones en Madrid ante el pasotismo de muchos y la falta de formación política de otros. La que se “vende” por las calles con esa sonrisa de pasta de dientes y monta un sarao para inaugurar un campo de golf-de conocidos normalmente-en terreno público, pero de gestión privada, con lo que usted y yo ya no podemos disfrutar, porque esas cosas son sólo para ellos. Lo mismo que el dinero que paga usted con sus impuestos.
¿Acaso no es lícito que le quitemos el disfraz?.