Síndrome de mamitis aguda

¿Por qué muchos hombres adultos padecen de "infantilismo"?

A una madre le duelen los hijos porque le sale de dentro, el instinto maternal es lógico. Pero lo patológico empieza cuando hay un exceso de sobreprotección, especialmente sobre los hijos varones, a quienes pueden llegar a “castrar”' psicológicamente.

Muchos en edad de tener barba a pesar de llevar tiempo fuera de casa rememoran con dolor su infancia y eso refleja un trauma por resolver. Todos deberíamos llevar un niño dentro al crecer y sacarlo para momentos de inocencia y diversión, si solo se vive con el niño lleno de dolor-frustración al ser adulto, no te liberarás de las heridas del pasado y no hallarás perdón, no avanzarás como persona estable y madura, te costará comprometerte, no queras complicaciones, te escurrirás de obligaciones y siempre querrás ir a tu “aire”. No miraras al futuro y no queras tener ataduras ni materiales (hipotecas), ni familiares (hijos).

MAMA PRESENTE Y PAPA AUSENTE
Según Freud, una de las causas para encontrar el origen de la homosexualidad, está en aquellos niños que fueron criados bajo la tutela una madre sobreprotectora, que los cría cortándoles su independencia y autonomía. La indefinición sexual en los niños, muchas veces se produce por un inadecuado manejo dentro del grupo familiar, como una excesiva sobreprotección materna, agresividad paterna, abandono y despreocupación. En la adolescencia estos chicos, son inseguros y no tienen claro el papel que deben desempeñar en el momento de la pubertad, determina en muchos un período de homosexualidad hormonal transitoria, provocando confusiones y teniendo relaciones entre adolescentes del mismo sexo. Pocas madres logran separar los conflictos, peleas y rabias de sus parejas frente a los niños, es aquí donde derivan muchos sentimientos de frustración así tomará a su hijo como su confidente, y lo usará como “pañuelito de penas” frente a su esposo. Una madre tendría que ocuparse de que sus hijos crezcan y vuelen, sin que vean competencia, rivalidad o celos con su progenitor.

Seguramente un padre irresponsable, maltratador o alcohólico sea ausente, pero además para ojos del hijo será un monstruo terrible. Para una madre es vital tener muy claro lo importante que es ocupar el lugar que le corresponde a cada uno, la presencia de un padre es necesaria en la educación, sobre todo en los hijos varones, que les proporcionará un equilibrio correcto emocional. Si no está a gusto con su marido y éste le hace la vida imposible, que lo deje pero que no esté eternamente despotricando en contra él sin hacer nada, así le estará enseñando a su hijo lo que es aguantar por interés y éste buscará en el futuro relaciones de conveniencia y no amor verdadero.

Una madre con esta personalidad intentará chantajear a su hijo: llorando, manipulando, pidiendo falsa compasión para que actué según su voluntad. Hará que dependa de ella de una forma muy sutil: planchándole la ropa, haciéndole la comida y diciéndole que no la compartan o no comenten nada con su pareja para tenerlos totalmente controlados. Aparentan un cuidado y una protección fuera de lugar y tiempo. No aceptarán que hayan crecido y harán lo posible por no estar de acuerdo con lo que diga la nuera, se celará de ella y boicoteará cualquier situación. Le fomentará una “supuesta autonomía” que no es cierta, diciéndole cosas como; “tu no necesitas a nadie”, “ninguna mujer es suficientemente buena para ti” “solo te entiende tu mama” “no tengas familia que no merece la pena, los hijos solo dan disgustos”, etc. Son mujeres desequilibradas emocionalmente que en el fondo necesitan tener disponibles a sus hijos para que las terminen cuidando.

MADUREZ EMOCIONAL
Una persona madura emocionalmente es capaz de aceptar la realidad de las personas y cosas, tal como son.
Controla las emociones y piensa antes de tomar decisiones, confía en sí mismo. Tiene paciencia con los demás y respeta las diferencias. Es positivo, sereno, persigue ideales, es humilde y acepta los errores. No critica ni juzga, controla la ira y se responsabiliza de los propios actos sin excusarse. Una forma de liberarse del trauma es perdonar a ambos padres por igual, no recriminarlos. Como adulto hay que buscar soluciones y ganar confianza en uno mismo y sobre todo saber convivir con los demás.