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ELECCIONES

martes, 02 de agosto de 2011

    Nunca he defendido, ni defenderé, por injusta aquella máxima medieval que rezaba: “Bonum ex integra causa, malum ex quocumque defectum”.
   Para algunos escolásticos, para ser “bueno” había que serlo íntegramente, es decir, en todos los órdenes de la vida pero para tachar a alguien de “malo” servía que concurriese en él cualquier defecto.
Me vinieron a la mente aquella máxima cuando o leí u oí que en una encuesta del CIS, Rubalcaba es considerado por la mayoría de los inquiridos como más “honesto” que Rajoy.
   Ignoro el concepto de la honestidad que tienen los encuestados pero que al Portavoz del Gobierno del Gal; al promotor de las algaradas del 13 M 2004 ante las sedes del P.P. al “presunto” implicado en el Faisán; al “liberador” de Juana Chaos y demás etarras de cabecera; al definidor de que los presos por crímenes cometidos por ETA ubicados en la cárcel de Martutene no eran etarras; a una de las personas que ha convertido la mentira en lema de vida y, a saber, cuantas más hazañas quedan en el tintero, considerarlo más honesto que Rajoy es como si se dijese que también tiene más pelo en la cabeza.
   A mí que me digan que es más simpático, bien, vale. Que es más inteligente, no lo disiento. Que es más guapo, lo que Uds. digáis. Que es más listo, admitido. Que se supone mejor gobernante, yo ahí ya me plantearía una duda muy racional y más que metódica: es verdad que ambos han sido Ministros de Educación: Rubalcaba, siguiendo a Maragall, arruinó la educación en España.¿Hablamos? Me remitiría al libro de Gabriel Abiac “Contra los políticos”. La basura educacional y educativa actuales son en gran medida obra y lectura del candidato Rubalcaba.
Rajoy no hizo absolutamente nada en educación. Ni se vio ni se le espera.
   Rubalcaba es Ministro del Gobierno, que nos hundió desde hace muchos años. Pero, claro, unas veces, cuando pintan oros, el Consejo de Ministros es un todo único con lo que se reparten los oros.    Cuando pintan bastos, no hay Consejo. Todos los ministros arropan al metepatas. Ahora Rubalcaba “sabe como acabar con el paro”. Ante tan honesta afirmación, un niño de teta preguntaría: “¿Entonces porqué creasteis el paro?” El dirá que él no fue que empleó a muchos policías y guardias civiles en labores extraordinarias …no voy a repetirme.
Para mí es tan responsable del paro, de la crisis económica, nada digamos de la de valores como el Presidente y los demás Ministros.
   Luego, de gobernar…. Sálvese quien pueda.
   Habrá quien emplee el refrán, o los refranes:
“Más vale malo conocido que bueno por conocer” u “otro vendrá que bueno me hará”. Es verdad que del Sr. Rajoy, a parte de que es obediente a su gurú, se sabe que está casado, tiene dos hijos, lleva barba, es alto, Cofrade de Honor de la Cofradía del Capón de Villalba –del que nunca más se supo- fue Ministro creo que de cuatro cosas con Aznar, lleva ocho años de Jefe de la Oposición y , a lo mejor, o a lo peor, saca más votos que el Sr. Rubalcaba en las próximas elecciones sin que ello le asegure la gobernabilidad. Por tanto, un brillante parlamentario cuando lleva preparado el discurso-temario haciendo alarde de su eficacia como, nunca mejor dicho- opositor- pero desnortado cuando empieza el chanchullo, la triquiñuela, el barriobajeo cortesano.
   Creo que espera ser Presidente del Gobierno por fallos ajenos, en lugar de por méritos propios; esos silencios ominosos sobre terrorismo; medidas coyunturales; aplicación de la Constitución, entre otras omisiones, no permiten adelantar ningún criterio respecto a sus capacidades “gobernatorias”.
   Uno, el primero, una desgracia.
   Otro, el segundo, una incógnita.

   Ahora, en cuanto a la honestidad, como uno no se dedica a la novela rosa por lo que en cuestiones personales o familiares ni escribo, ni sé, ni me interesa y a ambos les deseo lo mejor, en cuanto a su vida pública, no me planto la comparación, si sólo la honestidad fuera el valor prevalente, que no lo es, a ciegas ficharía a Rajoy pese a Gurtel.
   Una vez más: La mujer del César no sólo tiene que ser honesta sino, además, parecerlo.

   Nota del autor: como vivimos en una sociedad en la que no se da puntada sin hilo no vaya a ser que se hubiese entendido el término “honestidad” como referido exclusivamente a usos y costumbres de orden “rosa”. Todo lo dicho lo suscribo pero refiriéndome al término “honestidad” como sinónimo de “honradez”.

Goás Chao, Domingo
Goás Chao, Domingo


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