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Acariciar con las manos el alma del otro

martes, 19 de julio de 2011
Todos tenemos el poder de transmitir energía sanadora con tan solo tocar con amor
Una de las formas de comunicación más simple son las caricias. El contacto corpóreo cuando estás con alguien va progresando con el tiempo y se van estableciendo puntos clave que se descubren y accionan averiguando los gustos o preferencias con tan solo poner un dedito en cierta parte. De cómo se agarra la mano para hacer manitas, la delicadeza de un abrazo, la suavidad para acercarse a un beso, así hablan las caricias, expresando sentimientos. Esos “códigos de lenguaje” provienen de nuestros recuerdos de la infancia, de las primeras caricias que recibimos de nuestras madres. Saber dar o recibir caricias cariñosas o sexuales tiene que ver totalmente con lo que nos han inculcado en esa etapa tan temprana. De hecho si un bebé no es tocado o acariciado, está abocado a la muerte. Las caricias son indispensables para sobrevivir, nutre nuestra vida emocional uniendo a la pareja y formando parte de un lenguaje íntimo que sólo los enamorados entienden y hace que se sientan más cómodos. Hay varios tipos; las que gustan, las que no, las que das o recibes, las físicas, verbales, gestuales o escritas. Las caricias son tan importantes que cuando no tenemos caricias positivas buscamos negativas, ya que esto es preferible a la ausencia de las mismas. Una buena reflexión es pensar qué personas son las más importantes en tu vida y analizar el tipo de contacto físico con ellas, si das en medida que recibes y de qué manera son.

Acaríciame por dentro

El rito amoroso de una pareja con las caricias puede reflejar mucho más que las palabras que se digan. Algunas de ellas son: la que se dan en el cabello, significan amor tierno y sincero. Al acariciar los labios, demandar pasión, intimidad y erotismo. En la cara, si al besar se agarra el rostro, indica un sentimiento profundo y limpio. En el cuello, ayuda a relajarse y estar más en contacto con los latidos del corazón si se acerca a la vena aorta, eso es muy erótico y erógeno. En las manos, es una necesidad de ser entendido y cómplice. Las caricias en los pies, son relajantes y sensuales, y por supuesto las que se ofrecen en la espalda pero las caricias que se dan con la mirada, son las que transmiten más amor eterno y leal. ¿Qué es lo que más te gusta que te acaricien?

El poder de las manos

El tacto es el primer sentido que desarrolla el ser humano. El cuerpo tiene más de cinco millones de receptores al tacto y más de tres mil de ellos se ubican en las manos. El masaje erótico que nos da nuestra pareja, además de hacernos sentir mil y una sensaciones agradables, podremos dejarnos llevar por la estimulación, y por la imaginación, y terminar haciendo el amor plenamente entregados el uno al otro. Nunca se debe tener prisa en este tipo de actuaciones, crear un ambiente cómodo, lleno de velas, música, luz tenue que haga todo más intimo y acogedor. Desnudar con suavidad, colocar en la posición más cómoda, con suaves roces iniciales, que van de la espalda, cuello, brazos, piernas, hasta las nalgas, dejando para el final zonas más candentes de pasión. Aplicando aceites y cremas, con aromas intensos, acompañando todo ello de los besos que dan las puntas de los dedos en la piel del amado.

Tipos de masajes

El masaje Tántra es una forma distinta de sentir desde la genitalidad a la sensibilidad. En este tipo de masajes podemos diferenciar entre: el masaje del Lingam y el masaje del Yoni, la palabra sánscrita para denominar el órgano sexual masculino es Lingam, y para denominar el órgano sexual femenino es Yoni y lo recibe la chica donde se le masajea el abdomen, los muslos y los pechos o el clítoris con el dedo medio de la mano derecha dentro del Yoni (se relaciona directamente con la polaridad en el Tantra) para explorar la vagina y el punto G. Una mujer puede tener un orgasmo durante el masaje, incluso varios orgasmos, cada uno más fuerte que el anterior, en el Tantra se conoce como “tomar la ola”. El masaje tántrico del Lingam también se puede buscar el Punto sagrado del hombre que está en el ano, si desea llegar al orgasmo, debe respirar mientras lo experimenta, para que el momento sea increíblemente placentero.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


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