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Aquellas serpientes de verano

lunes, 04 de julio de 2011
Ya metidos en julio, mes canicular por excelencia, a mediados de siglo, Verin no quedaba al margen de noticias curiosas y anécdotas que permitían conversar y escribir cosas y casos, auténticas "serpientes de verano", noticias de las que se hacía eco los informativos del "parte", diarios hablados de "Radio Nacional", boletines que obligaba a las emisoras a conexiones de sobremesa y nocturnas, el de las diez de la noche, el más escuchado.en tiempos que la televisiòn y los transistores estaban por llegar.

Asi las cosas recordamos dos "serpientes de verano" aquel año, merecedoras de premio de la Agencia estatal "EFE",hechos que tuvieron como escenario el chalet de la conocida familia Cabido Sanroman, en la carretera de Chaves, al facilitar su propietario la curiosa noticia que su higuera, en el paso de una noche, los higos alcanzaban la madurez en el transcurso de pocas horas , lo que el dueño consideraba caso insólito aquel año, cosa que no había ocurrido anteriormente.

La difusiòn de aquella noticia traía como consecuencia que el propietario de la higuera recibiese mensajes y cartas en las que se le pedía un injerto del frutal que dio popularidad al señor Cabido, como otra noticia propiciada por su esposa señora Sanroman, quien afirmaba que una imagen de un Sagrado Corazón vertía lágrimas de sangre.

Ni que decir tiene que aquella noticia se extendió como reguero de pólvora de un extremo a otro, invadiendo los vecinos la vivienda con rezos, calmando el señor Parroco a la histérica concurrencia, pidiendo sensatez.

Anécdotas que los protagonistas recordaban no sin cierto rubor y los tertulianos del Casino y Cafés, discutían con apasionamiento, con el acaloramiento propio de uno de los veranos más rigurosos con temperaturas que superaban a las de cualquier punto del pais, controladas en el termamotógrafo de Vellani del maestro y escritor Pereda Alvarez. Se sudaba en Verin la gota gorda y nos refugiabamos a la sombra de la arboleda de A Veiga y a Preguiza, y se veían las terrazas concurridas y animadas las pistas de baile de Sousas y Fontenova, donde surgieron romances que llegaron al altar.Balnearios concurridos de aguistas que animaban el ambiente estival.

No faltaban excursiones para disfrutar de la festividad del Apostol, nuestro Patrón, en Santiago de Compostela , jornada que aprocechabamos para asistir a la solemnidad, dar el correspondiente y obligado abrazo al Santo y ver el Botafumeiro.
Nieves, Joaquín
Nieves, Joaquín


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