Estamos en verano

En el estreno de la nueva estación, quizá la más esperada y añorada por los verinenses, que disfrutaban vacaciones estivales, la Villa se veía animada con la presencia de "agüistas" que animaban los balnearios.

Coincide hoy el inicio del verano con las festividades de Corpus y San Juan. La primera perdiendo a lo largo del último siglo la tradición, desapareciendo la Cofradía y la representación de autos sacramentales en el atrio parroquial que el abad don Santiago Rodríguez, de grato recuerdo, escribía un relato en el número del 16 de junio de 1926 de "El nuevo Tàmega" y escribía sobre "Verin retrospectivo" la festividad de Corpus en el siglo XVI segun los archivos parroquiales, donde quedaba constancia de las actuaciones de gaiteiros, disparos de arcabuceros y hasta la lidia de un becerro.

Durante años se representaba en el atrio un auto sacramental que citan los cronistas verinenses.

La otra fiesta solemne correspondía a San Juan Bautista que, según Jesús Taboada en 1634 se había fundado una Cofradía que a caballo portaba velones encedidos que relata Taboada en "La noche de San Juan en Galicia" en Cuadernos y tradiciones populares (1952) y en el "Libro de Cofradias" que se custodiaba en el Archivo Parroquial se encontraba datos sobre la tradicion que se fue perdiendo, aunque en algunas pedanías se mantuvo con todo esplendor, recordando las procesiones de Abedes y de A Granxa de Oimbra cubiertas las calles del cortejo eucarístico con flores y ramajes y, al finalizar la procesión los vecinos de esta última localidad nos obsequiaban con dulces y pastas caseras y vino generoso.

No faltaban alusiones al refranero popular, recordando las que nos decían vecinos: "Auga de San Xoan, da viño en non da pan", "marzo airoso,abril chuvioso, traerá san Xoan claro, como ollo de galo, valen máis que os bois e o carro".

Una verdadera pena que las viejas tradiciones se fuesen perdiendo y hoy ya apenas se recuerdan y quienes las disfrutamos, añoramos y recordamos para quienes siguen los relatos de esta página.

Y como estamos en verano pedimos que entren los rayos de la verdad y de paz y serenarnos con quienes en lo que va de año estuvimos tensos en las relaciones laborales o profesionales, desplegando la sombrilla de perdón ya que el verano es tiempo propicio para que salga a flote lo mejor de nosotros mismos, recuperando vínculos de amistad y de confianza con quienes se han debilitado y no dejarse llevar por el excesivo ajetreo de las vacaciones.