
Dicen que todos somos iguales, al menos así lo recoge el Artículo 14 de la Constitución. Sin embargo, el caso de los políticos hace que me replantee tal afirmación. Coches oficiales, viajes en preferente, sueldos muy superiores a la media y tras siete años de duro trabajo pueden retirarse obteniendo la máxima pensión.
Con todas estas características es normal que ellos, nuestros gobernantes, no noten la crisis puesto que nunca antes habían tenido mayor nivel de vida que el actual. A costa del pueblo, claro. El próximo 22 de mayo 13 comunidades podrán demostrar que no solamente tienen voz, sino que también darán su voto de castigo. El pueblo es sabio y lo demostrará.
¿Y todo a cambio de qué? Cinco millones de parados, 40% de paro juvenil, Bildu en las elecciones. Además de tener que trabajar hasta los 67 años, es decir un total de 35 años y 28 más que nuestros políticos. Y haber cotizado con una base muy alta los últimos 15 años de la vida laboral si se quiere percibir la máxima jubilación. Sueldos precarios, dificultades para llegar a final de mes y la imposibilidad de dejar las llaves de tu casa en el Banco, como en Estados Unidos cuando no se puede continuar pagando la hipoteca. Sí, esos Bancos que nuestro Gobierno inyectó con dinero público. Medidas muy sociales, sí señor. Gracias Zapatero y compañía.