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Nueva Palestra

jueves, 17 de febrero de 2011
A mi buen amigo Xulio Xiz e hija Teté
que me brindan estas páginas.


Por gentileza de mi buen amigo Xulio Xiz se me brinda la posibilidad de romper las cadenas que amordazan mis ilusiones, abriéndome una nueva ventana, que permita transmitir a mis lectores ese aire limpio que puede insuflar esta persona que quiere una Galicia, una España, un Mundo… sin armas, sin banderas, sin radicalismos… donde primen la verdad, la solidaridad, la justicia… no como conceptos abstractos, sino como realidades concretas. Todo ello bajo un prisma de humildad donde, la ácida crítica al poderoso, no sea nunca una reacción envidiosa, sino un ataque vehemente ante el abuso, la desconsideración, es decir, a todo aquel que fomente esa injusticia. Tampoco nadie espere de mí unos artículos políticamente correctos, puesto que soy rebelde “per natura” ,así como sepa, quien no me conozca, que huyo de camarillas, partidos y otros “asesores” que, ya como “amigos”, ya como calumniadores, amedrentadores… acompañan mis escritos. Si algo he conseguido en mi vida, es el afecto, la consideración y el respeto de mis lectores, que sin ser muchos, conocen mi coherencia y mi lucha y cuyo aliento, mantiene vivo ese espíritu, que ni es acomodaticio, ni sirve a ningún señor, aunque, como todo hijo de vecino, tiene sus simpatías y fobias. Soy consciente de que los medios de comunicación están sumamente controlados y los espíritus rebeldes no resultamos muy simpáticos. También sé que la mayoría reman en la misma dirección y sirven de tribuna a los que en este País tienen “bula” para insultar, descalificar o dar pábulo a retorcidas mentiras, siempre orientadas a la involución política, que les permita vivir en el País de Jauja, es decir, retrotraerse al Franquismo. Y muchos ya lo hemos sufrido. ¡Cómo para no acordarnos! Por ello, lo digo sin ambages, confiando en una juventud conocedora de la Historia, estoy dispuesto a combatir con mis ideas y el ordenador para defender el sistema democrático, que, sin ser la panacea, me permite escribir lo que están leyendo porque antes no me lo permitirían. Y eso resulta ser una conquista. Soy consciente del escasísimo valor de mi voto, de la presión que sobre los gobiernos realizan infinidad de empresas, de que existe lo que llamo “atracos legales” y que no son otra cosa que facturas de teléfono, luz y múltiples zarandajas que nadie corrige, pero si permite, el abuso sobre el ciudadano. Nadie se atreverá a negarme que vivimos en un país de corruptos y en el que hasta el más honesto ha recibido clases gratuitas de picaresca. Pero algunos soñamos con mejorar esta sociedad, aunque solo sea plantando pequeñas “flores”, y nos atrevemos a rebatir los argumentos de los agoreros que día tras día están culpando a Zapatero de la crisis. Visiones simplistas que quizás no se tendrían si el gobernante de turno fuese otro. La comprensión es una virtud que no debiera ser víctima de la ideología, y comprender en la actualidad nuestra realidad, sería deseable por parte de los afortunados de este País, a los que tanto les ha sido dado y, sin embargo, tanto nos menosprecian. Porque, créanme señores, aquí tanto patriota huele a chamusquina. Decía al principio que no soy partidario de banderas porque, como las fronteras, siempre son motivo de conflicto, sin embargo, creo que en el corazón caben muchos amores y es nuestra actitud vital la que ha de servir a generaciones venideras. Me gustaría ser “Bó e xeneroso” como me enseñaba el viejo Ben-cho-shey, allá por lo años de mi paso por el Centro Gallego de Madrid. Generoso como resulta esa confianza que me ha brindado Galicia Digital y a la que con mi mejor gratitud confío corresponder.
Hasta siempre.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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