Infieles por naturaleza (I)
lunes, 31 de enero de 2011
Somos infieles por naturaleza y monogámicos de vocación
Quien echa una cana al aire busca sexo, afecto o intelecto que su pareja no le da.
La gran mayoría de la gente piensa que si se ama de verdad siempre se es fiel. Para muchos tener aventurillas puede hacer que se esté más relajado en la relación con la parienta.
Después de años de convivencia algunos dejan de tener sexo y practican fuera queriendo aparentar normalidad. Pero, ¿qué es la infidelidad? La fidelidad es el compromiso de lealtad sentimental y sexual contraído en la pareja, por lo que infidelidad es romper ese lazo sentimental entre dos personas. El instinto reproductivo donde cuantos más contactos sexuales mayor éxito reproductor, sigue marcando en la actualidad. El sector que más los sufre son las hembras, pero también quién más los disfruta, ya que los hombres con pareja tienen deslices con mujeres, así que doblemente se usa y disfruta o se sufre, este problema.
El momento más critico
Cuando se tambalean los cimientos de la pareja es cuando se convierten en padres. La relación mama-hijo exige de gran atención, energías física y psíquicas, la historia emocional de la progenitora determinará su capacidad para proteger a su hijo.
Si la mujer tiene dudas sobre su capacidad como madre puede transmitir a la pareja estos conflictos. Si el hombre que es padre está demasiado unido a su madre y la identificación con su padre no ha funcionado cuando era niño, puede alejarse de su mujer porque no sabe cómo actuar como progenitor, esto puede significar algún resentimiento hacía su madre, que inconscientemente hizo que se desplazara de sus hermanos. Terminará asociando a su esposa con su madre y se alejará de ella, porque compite con el niño por el amor materno. Es importante respetar al SER, cualidad indispensable cuando se ama a otro. El hombre que no acompaña y protege al tándem madre-hijo durante los primeros meses de esa nueva vida, terminará alejándose de ambos. Debe ser generoso y dar apoyo y con el tiempo a la madre le tocará a ella ir separándose del hijo y retomar el lugar de mujer junto a su pareja. Todo es un sistema en donde cada uno ocupa su lugar y la prioridad debe ser siempre la pareja. Cuando las cosas no están resueltas en nuestras familias de origen, llevamos todo esto a nuestra relación de pareja. Se supone que el 70% de los problemas psicológicos que nos afectan vienen de nuestros padres.
Lo nuevo por lo viejo
La conquista sigue siendo muy importante debido a la excitación que eso promueve y la ilusión de un instinto cazador a atrapar a alguien en sus redes. Hay personas que buscan la novedad de forma compulsiva, en ocasiones esta conducta esconde un miedo al compromiso. Una aventura amorosa puede subirle a alguien la autoestima, sentirse más joven o más atractivos, es más una cuestión de soberbia que de razonamiento. Quién no tolea de novo lo hace de viejo, si no has quemado etapas cuando toque asentar querrás revivir emociones de la juventud y más si se lleva 10 o 15 años con la misma. En la mujer, esa necesidad suele manifestarse antes de la menopausia, para sentirse guapa, atractiva para otros que no sean su marido.
¿Quién sufre más?
La infidelidad es la causante de rupturas, separaciones y divorcios. La mujer tiende a pensar que si estás enamorado no tienen porque interesarte las aventuras pero las encuestas demuestran que muchos hombres que quieren a sus mujeres no rechazarían sexo sin que su mujer se enterase, el 56% de los hombres que han tenido experiencias extra-matrimoniales aseguran que en sus matrimonios son felices, frente un 34% de las mujeres. La hembra siempre creerá que si un macho cornea es porque el matrimonio va mal. La infidelidad está estrechamente relacionada con la posesión, termina con la seguridad y confianza. Los hombres suelen empezar con sexo para llegar al amor y las mujeres entran por el amor para llegar al sexo. La mujer necesita sentir algo por la persona con la que tendrá una aventura, por eso la mayoría son infieles con personas que están en su entorno, como compañeros de trabajo, amigos, etc...
Castro Liz, Ana
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los
autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora
