Comunicación en las sábanas

La comunicación cuando estás con tu pareja en la cama es muy importante, ya que puede hacer que aumentemos o congelemos los niveles de excitación. Las palabras bien dichas en ciertos momentos pueden ayudar a conseguir una mayor conexión. Quizás ellos prefieren que en esos momentos de placer, la mujer deje a un lado los tabúes y empiece a contarle a su chico, deseos, fantasías y palabras no tan rebuscadas. Ni caer en el silencio mudo, ni terminar en un interrogatorio de gustos o preferencias. Al hombre le gusta sentirse ganador, así que los halagos son una de sus más reconocidas debilidades para hacerlos sentir más viriles. A muchos les gusta jugar e incluso que les digan alguna frase vulgar que hace más entretenido el sexo y les suele potenciar. Los típicos gemiditos de “ahhh”, “ hummm” o el tan requerido “ahiii Diosss mío!!” dejan paso a “eres increíble” “eres un tigre” “hazme tuya”, frases que suelen gustar más. Los hombres se enorgullecen de su sexualidad, mientras que las mujeres tenemos que esconderla. ¡No es justo! Por cultura, tradición, o por machismo las mujeres enmudecen en la cama. _Pues Sí, estamos acostumbradas a que ellos tomen la iniciativa, que lleven el control; que nos pongan arriba, o abajo y nosotras apenas acertamos a decir “así sí” o “así no” . Si la mujer actuara como la mayoría de los hombres serían unas “ninfómanas” o unas cualquiera. No hay que confundir desinhibición con libertinaje y si a ellos no los juzgamos, va siendo hora que ellos tampoco ¿no?

¿Nos callamos las mujeres en la cama?
Estamos educadas para ser tiernas, recatadas y para hacer sentir que nuestra pareja es lo máximo, aunque la relación nos deje insatisfechas. Después de echarle un vistazo a cifras sobre la sexualidad femenina, de que un 15% de mujeres sexualmente activas nunca ha tenido un orgasmo nos damos cuenta que algo falla. Muchas se callan por temor a herir a su pareja, otras no saben qué decir y la mayoría por pasotismo. Ni somos de VENUS ni ellos de MARTE, somos ambos del mismo globo terráqueo. Creo que ya está bien de seguir alejándonos cuando leemos algo sobre Sexualidad o forma de funcionar en la cama diferente los hombres de las mujeres, aunque hay nuestros órganos reproductores no son los mismos, las preferencias sexuales pueden ser muy parecidas. La mayoría de los estudios sobre sexualidad afirman que las mujeres somos más emocionales y el hombre más animales para el sexo, así cualquiera luego se permite gozar, gritar y sobretodo pedir lo que nos gusta en la cama. Tenemos las mismas necesidades y creo que ya toca poder comentarlas sin sentir ningún tipo de preparo ni sentirse avergonzadas por pedir que nos hagan algo. Se tenga la edad que se tenga y la experiencia que se haya disfrutado. No pedimos porque tenemos un “papel pasivo” que nos impone la sociedad. Sin ir más lejos, la mayoría de las mujeres de más de 50 hablan sobre sus experiencias sexuales que la mayoría son por obligación, y otras por complacer a su pareja. Les cuesta pedir placer y el hombre de esa franja de edad no está educado a dar. Si ellas no hablan y ellos no preguntan, al final hay insatisfacción por la falta de comunicación.

Al hombre actual le gusta que le hablen, que le pidan y reconozcan lo bien que lo hace. Algo está cambiando afortunadamente en los varones de hoy en día y les gusta que la mujer desee experimentar, que participe y que goce con él en la cama, muchos no son capaces de alcanzar el clímax sino lo alcanza ella antes.

Lo que no debes decir en la cama
No es lo mismo lo que le comentes a quién apenas conoces que lo que le digas a tu pareja aún así, hay frases que jamás se deberían de decir como; “uno rapidito que quiero dormir pronto...” o si al terminar la faena nos encontramos con: “lo haces mejor que mi última novia...” aniquilaría las ganas de repetir con el mismo, que aunque en la comparación salgas ganando no deja de tocarte las narices que nombren a otra en tal momento intimo ¡vamos!.