La intuición: Einstein y los malos tratos
Fortea, Fátima - viernes, 21 de enero de 2011
En un Dominical de El País, en su sección de Psicología titulada: ¿Podemos fiarnos de la intuición? firmada por Jenny Moix se hace hincapié en pensamientos de Albert Einstein y de su genialidad con respecto a la intuición.
Ya estamos acostumbrados a oír o leer en diferentes medios que se hace referencia a Einstein con adjetivos que tengan que ver con el genio e incluso, a veces, relacionados también con la bondad.
Me gustaría ayudar a que fuera visible la vida de Mileva Maric (1875- 1948), primera esposa de Einstein y única mujer que entró en la sección de Matemáticas en el Instituto Politécnico Suizo el mismo año que Albert Einstein, y asimismo mujer maltratada y humillada por el genial físico en una época y situación en la que ella no tenía expectativas de escapatoria.
Sente Troemel-Ploetz presentó una amplia documentación sobre la vergonzosa apropiación de Albert Einstein del trabajo de Mileva y el silencioso sometimiento de ésta: Albet Einstein, the incorregible plagiarist Christopher Jon Bjerknes, sep. 2002.
También, según el físico Evan Harris Lorent, las ideas básicas de la relatividad vinieron de Mileva y tras la separación del matrimonio en 1914, la física de Einstein se volvió conservadora, sin esas ideas originales que habían abierto nuevos caminos como la Teoría de la Relatividad.
Se jactaba en cartas a amigos con frases como yo trato a mi mujer como a una empleada a la que no puedes echar. Para que se pueda entender la vida de Mileva Maric y para su conocimiento existe una pequeña, pero completa biografía documentada recogida en Homenaje a Mileva, epílogo del magnífico libro de la Dra. Consuelo Barea, Manual para mujeres maltratadas (que quieren dejar de serlo) Editorial Océano, 2004, de donde provienen estos datos.
A Albert Einstein, como a otros muchos creadores-hombres, se le magnifica sin demasiada información, por eso me gustaría que se supiera que hay otras historias detrás de las grandes historias.
En mi opinión y después de contrastar los datos mi intuición me dice que la única intuición que tuvo Einstein, como tantos maltratadotes, fue meter en sus redes a una gran mujer para mayor satisfacción de su ego.

Fortea, Fátima
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