07-01-11
Goás Chao, Domingo - sábado, 08 de enero de 2011
Oía yo de joven, jovencito más bien, una majadería que decía así: Había en la China un mandarín que usaba en el sobaco un peluquín y en Lugo, un tal Angulo tocaba la flauta con el
Moraleja: para cometer desatinos no hay como los gallegos y los chinos.
A la vista de lo acontecido con la visita que nos ha efectuado estos días atrás el demócrata Sr. Li (escuela l-i=Li) y de que los de la RAE no han suprimido la letra Ch, a los que la teníamos formando parte de nuestro DNI, nos han dejado apellidísticamente hablando, como a los capones de Villalba. Así un Chao se ha quedado en Ao. Supónganse Vds. una junción entre un Li y un Ao y casi tenemos lo que acaba de ocurrir en Madrid. Los rojos hispanos y los rojos chinos, se han liao y probablemente, nos la han liao.
Aquí, los mejores amigos que tienen los chinos en Europa. Eso si, los chinos comunistas-capitalistas. Porque los mil y muchos millones de chinos comunistas -cuenquistas de arroz blanco- la única amistad que tienen es la miseria, el trabajo -nunca más de 24 horas diarias- y, con un poco de suerte, la compañía del preso Hao-Liu Xiaobo,Premio Nobel de la Paz. ¡A que mayor felicidad puede aspirar un chino humano que a morir habiendo conocido a Hao-Liu en una cárcel del pueblo!
¡Que amigos tienes rojito!

Goás Chao, Domingo
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