La escuela de la vida: Maestros interinos residentes
A los políticos hay que reconocerles en algunas ocasiones que hacen ofertas buenas y dignas de estudio. En este último caso se encuentra la que expuso el vicepresidente Pérez Rubalcaba, de crear un MIR para los maestros. Esta idea no es descabellada ya que la sociedad ha de entender que la educación es la base en la que se aposenta la transmisión de la cultura de una sociedad y desde la que se promueve su progreso, por lo que mejorar la calidad de los profesionales de la enseñanza es uno de los pasos que se tiene que dar para favorecer su buena gestión. Tampoco es un asunto que no se haya propuesto en otras naciones con notable éxito. Francia o Finlandia, por ejemplo, vienen trabajando desde hace décadas esta opción. Por tanto, la preparación de los futuros docentes españoles de la educación primaria por medio de prácticas de largo recorrido en los centros escolares es, en el momento actual, algo muy conveniente tanto por los cambios que se están dando en nuestra cultura social como por la introducción de las nuevas técnicas y tecnologías que se están implantando en las escuelas.
Muchas veces la formación que se ofrece a los maestros en las facultades de Educación está al margen del realismo de las aulas escolares. A sus alumnos se les enseña a trabajar más con un niño-tipo que con un alumnado diversificado, más con miras a un trabajo individualizado que a un trabajo en grupo, más con unas metodologías superadas que con las últimas novedades tecnológicas y editoriales.
Así, cuando el futuro maestro entra por primera vez en el aula real se encuentra desbordado por aspectos que desconoce o que simplemente interpretó de otro modo. Y cuando sale del aula e inicia su interacción con el resto del claustro se siente desplazado, al observar que una cosa es la teoría y otra muy distinta es la práctica. Por todo ello, darle un giro de ciento ochenta grados a la formación de los primeros docentes del sistema educativo es una idea de mucho calado. Cuanto más se mejore el entrenamiento práctico de los maestros desde lo primer momento, más sabrá el futuro docente si puede o no ser competente para lo que se va a enfrentar a lo largo de su futuro profesional y también se le proporcionarán los elementos que le permitan acomodar sus destrezas a su tarea educativa cotidiana. Eso llevará implícito una selección natural, a la vez que la posibilidad de disponer de un nuevo marco de valoración más objetiva y computable por parte de los responsables de su evaluación que las simples pruebas escritas u orales actuales.
