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¿Son necesarios los celos en la pareja?

lunes, 06 de diciembre de 2010
Las relaciones de pareja están llenas de alegrías, pero también de muchas complicaciones. A veces cuanto más se cree querer más miedo se tiene de perder dicha relación. Desde niños exigimos en exclusividad el querer de nuestros padres, frente a otras personas u otros hermanos. El "complejo de Caín" se manifiestan tras el nacimiento de un nuevo hermano ya sabemos que hizo este personaje... ¡cargarse a su hermano por celos!.

¿Qué son los celos?
Miedo a perder a la persona amada. En pequeñas dosis pueden ayudar a la relación pero si son enfermizos nublan la mente del padeciente. Sospechar continuamente, temer ser abandonados, engañados, desconfiar de la pareja continuamente, eso no es vivir. Las personas celosas son; apasionadas, ansiosas, sadomasoquistas y neuróticas. Exigen a sus parejas que le describan con pelos y señales todo lo que hacen en su no-presencia ya que en su mente se mezclan el miedo al ridículo, a estar en boca de todos, el sentir con dolor que la otra persona vale más, la pérdida de autoestima y un desmesurado afán de control, sentimientos de posesión y agresividad para con uno mismo...Vive la situación como si de una tortura se tratara e incluso con deseos de venganza.
La soledad provoca angustia. El miedo de perder a la persona amada se une al pánico que sufre la mayoría de las personas a estar sólo. El perfil de la persona que sufre celos, es de baja autoestima y mucha inseguridad. Han aprendido a demandar continuamente la aprobación de los demás para tener atisbos de bienestar. Desea ser amado incondicionalmente y que le valoren continuamente lo que hace por su pareja, siendo egoísta y desconfiado y como no, muchas veces realizando múltiples chantajes emocionales.

¿Por qué somos celosos?
1. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a desconfiar de la sinceridad y cariño del otro. Siempre están pensando que su pareja puede conocer a alguien mas atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.
2. Experiencias familiares: Si se han presenciado escenas de celos en los padres se tiene más predisposición a ser celoso. Además si éstas incluyen chantajes emocionales peor todavía, se crea un caldo de cultivo en el que se aprende a posesionar el terreno del que dices querer por ser amado.
3. Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.
4. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar celos patologicos.

Cómo controlar los celos
1. Diferenciar lo real de lo imaginario. Tomar conciencia y evitar pensamientos destructivos. Si tu amas de verdad, nada debes temer. No ver fantasmas donde no los hay ni jugar a ser detectives constantemente, mirando el móvil de tu querido amor, a escondidas.
2. Ser tolerante y dejar espacio de libertad a la pareja. Si se presiona en exceso, la pareja terminará por cansarse y dejarte porque no te aguanta y no porque te esté engañando. Hay que cuidar y mimar aquello que se quiere de verdad.
3. Pedir ayuda a las amistades o un profesional. Ocultar el sufrimiento y negarlo hace que se potencie cada vez más. Los puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar soluciones.
4. Descubre tus miedos. Enfrentarse a ellos, conocer aquellos puntos debiles que más te preocupen sobre ti mismo, eso te ayudará a solucionar el problema y exponer luego de la reflexión los sentimientos con sinceridad.
5. No amenaces jamás y cuidado con la ira. Con dialogo y comprensión puede darse una comunicación fluida. Si sacamos la fiera que llevamos dentro (en la cama ser un tigre o una pantera no estaría mal) podemos “cagarla” porque verán la parte más agresiva, y eso no le gusta a nadie.
6. No culpabilices a los demás. Responsabilizarse de lo que se siente y no olvidar que los actos de uno mismo dependen de uno mismo. Eres la única persona que puede cambiar tu vida.
El amor no debe darse por supuesto y las relaciones deben ser regadas como si de una planta se tratara, con mucho amor, tolerancia y respeto, apreciarlas y valorarlas. Con el paso del tiempo muchas veces no olvidamos de que realmente a quién tenemos al lado, es quién más merece un trato “especial” y único.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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