Transparente como el agua

Desde que el alcalde de Lugo anunció que la nueva Estación de Tratamiento de Agua Potable, la famosa y esperada ETAP, según los expertos la mejor estación del noroeste de España, comenzara a bombear hacia la ciudad y ya podíamos beber agua de la nueva potabilizadora, se abrió el debate.

¿Es el agua que ahora bebemos incolora, inodora e insípida como adelantaba el señor Orozco, agua de calidad como nunca hemos bebido en Lugo? Parece que la contestación, sino unánime y total, sí es abrumadoramente mayoritaria, por fin podemos confiar en nuestra agua. Recordemos cómo sabía o qué “pinta” tenía hace unos meses, sólo seis meses, ¿se nota o no se nota el cambio? Por mi parte, sí coincido con el alcalde en que ésta es una gran obra que no se ve, que resulta complicado explicar, pero que en el futuro será una decisión histórica y una inversión en calidad de vida para los ciudadanos. También desde mi punto de vista, y con seguridad muchos de ustedes coincidirán conmigo, la ETAP ha sido un sueño, un compromiso de tortuoso camino, pero un sueño y un compromiso que la perseverancia de Orozco ha vuelto a cumplir. Uno más.

A veces uno se pregunta si no convendría más al ciudadano que el debate político se centrase en buscar alternativas a los problemas, en arrimar el hombro para resolverlos, en trabajar incansable y firmemente por y para Lugo, o por el contrario seguir y seguir con el estribillo de que aquí no se ha hecho nada, que la ciudad no cambiado. Pongamos trabajo e ilusión, no piedras en el camino.
¿Interesará más al ciudadano ese trabajo o que se juegue al escondite con que si existe mala sintonía entre López Orozco y Gómez Besteiro, por poner un ejemplo reciente? Posiblemente estén pensando lo mismo que yo, nos interesa trabajo, trabajo y más trabajo, y si se llevan mal que se suban a un ring con guantes de boxeo y que Dios reparta suerte. Y aún jugando al escondite, y ya lo he dicho hace unos días, o yo no los conozco bien y me invade la ceguera, o a corto plazo no veo yo una relación sentimental entre alcalde y presidente de la diputación, pero lo que es en política y gestión, es imposible encontrar a dos personas que tiren por una línea tan exacta como hacen ambos. Los dos se profesan lealtad y admiración mutua, amistad y cercanía constante y diaria, se aprecian y comparten ideales e ideas, y esas ideas no se alejan ni un milímetro ni en el presente ni hacia el futuro. De lo que me alegro, por si los ciudadanos deciden libre y democráticamente que sigan llevando el timón de las instituciones en las que los mismos ciudadanos los han colocado con la única verdad, la fuerza de las urnas.

La suma “en votos” de la voluntad popular en una urna es el mayor ejercicio de transparencia que existe en un país democrático, como transparente es el agua de la nueva potabilizadora lucense, y como transparente es la gestión y contratación en concello de Lugo. Con los vientos que llegan desde otros puntos de la geografía española ha de ser un motivo de orgullo para todos, dirigentes y ciudadanos, incluso para la oposición, que por cierto en Lugo tiene acceso a cada factura de gasto, que se distinga al concello como la administración más transparente de Galicia. Cada céntimo de euro se fiscaliza y controla, y no lo digo yo, ni lo dice el gobierno municipal, lo avala la distinción recibida por el más prestigioso organismo mundial en materia de transparencia institucional. Aquí no se roba, no se despilfarra, cada céntimo de euro va a parar a su legítimo dueño, al ciudadano lucense.