Día a día

El 29 de septiembre de 2010 los dos próceres secretarios generales de UGT y C.C.O.O., “bon vivants” ambos, al decir periodístico (cruceros bálticos, áticos indebidos; hoteles de lujo) han montado un tinglado encaminado a molestar, fastidiar y perjudicar a quienes les engordamos el bolsillo y la andorga.

Estos individuos que viven al estilo más capitalista, al del más obsceno liberalismo que tanto critican, que son lo más parecido a los sindicatos verticales y que se apuntan a los modos y maneras de la nueva clase que instauraron los socio-comunistas, andan distrayendo a la opinión pública con unos eslóganes que, como siempre, son más falsos, manipulados, hipócritas y, en fin, sectarios y tendenciosos que los fines a que propenden. No escatimarán nunca babosamente, las locuciones “democracia”, “demócratas” o “democráticamente” cuando su verdadera tarea es la violencia, la amenaza, la coacción, el daño, el trastorno, es decir, la delincuencia.

Convirtiendo la vagancia de los liberados en la malandancia de muchos de ellos. No pueden abandonar los santos y señas nacional-sindicalistas en que se criaron, cuyas doctrinas mamaron y rememoran la famosa Ley de Vagos y Maleantes en la que muchos de ellos quedarían incursos.

La prensa les está dando una publicidad inconcebible. Guerras de cifras acerca de asistencia, porcentajes de efectividad, éxito o fracaso.

Pero la realidad, a mi modesto modo de ver, con toda esta parafernalia, oculta una palmaria intención. Tomar la calle. Los dos sindicatos mayoritarios, voraces como los nacionalistas, sabedores de que la fuente de ingresos que los viene nutriendo opíparamente, corre el riesgo de no ganar las elecciones generales, ante el temor a que se les reduzca, nunca que se les seque, porque la cobardía de los PPeros no se va a atrever, advierten de que la calle es suya y que ¡ojo derecha facha y cavernícola! que, desde el primer día en que gobernéis, si llegáis al poder, os haremos la gobernabilidad imposible ya que la democracia social-comunista no puede permitir estar sin ostentar, detentar y disfrutar del poder. Y, como los amigos están para las ocasiones, la derecha de chantilly, de merengue a punto de nieve, de mantequilla derretida y mermelada de frutas, no va a ser capaz de gobernar -caso de que supiese y pudiese- aunque quisiese porque no le van a dejar. Eso sí, siempre democráticamente, al más puro estilo estalinista.

El aviso está dado.

Sindicatos y gobierno son uña y carne. La farsa de hoy, osaría arriesgarme a aventurar (“al aeropuerto que le den por culo”) es una muestra de comunión entre ambos entes revolucionarios para asustar a un pueblo aborregado, servil, pesebrista y abúlico, inane y sufridor. Otro vendrá que buenos los hará.

Conclusión: Que a la caída del telón después de interpretada la comedia, quizá farsa, pero seguro tragedia, esta España nuestra camina irremisiblemente hacía un futuro tan oscuro, negro o sin remedio en manos de estas tres joyas de la corona: el Gobierno Zapatero y los “bosses” Méndez e Toxo y sus respectivos sindicatos de vagos y mamporreros eufemísticamente señalados unos como liberados y otros como piquetes informativos.

Ello nos da la solución de porqué siendo más altos los salarios en Alemania que en España, cuesta más, es decir, sale más cara una silla en España que en Alemania. ¿Por qué? Vagancia contra productividad.
¡Ay estos ultraderechistas, qué cosas decimos!

Concluyo con aquella cuarteta que aprendí en Mondariz: En los jardines de José Antonio –todos los días hay reunión– donde se juntan los que no trabajan –murmurando siempre del trabajador.