Eméritos

Nada va a ser lo que era. Los nuevos tiempos exigen nuevas soluciones aunque sean dolorosas.
La Universidad de Santiago acaba de tomar una decisión histórica, dolorosa y de resultados imprevisibles.
Hasta ahora, los profesores Eméritos eran destacados profesionales de la enseñanza, que por su prestigio docente o investigador -llegados a los setenta años de edad y la consiguiente jubilación forzosa- eran contratados por seis años más, al considerar que sus enseñanzas eran imprescindibles para la Universidad.
La situación económica de la Universidad la obliga a rebajar de 70 a 65 años la jubilación, para ahorrarse 21.000 euros/año en cada Emérito, ya que la Seguridad Social corre con el salario de jubilación correspondiendo a la Universidad tan sólo el correspondiente complemento de suelto.
¿Qué puede resentirse el resultado educativo? Puede que sí, ya que la decisión tomada parece generalizar una situación que antes estaba sólo al alcance de los más sobresalientes.
De todas formas, esperemos que los rectores de la Universidad sepan lo que hacen, y todo -o casi todo- mude para que nada (el resultado educativo) cambie.